Definición de Correveidile:

1. Persona que trae y lleva cuentos y chismes // 2. Blog de los amantes de la lengua de Cervantes


viernes, 29 de septiembre de 2023

Musiclicando Retro: “Rocío Dúrcal, la española más mexicana”

 

María de los Ángeles de las Heras Ortiz, conocida en el mundo artístico como Rocío Dúrcal, nació el 4 de octubre de 1944, en Madrid (España). Desde su adolescencia en el colegio, Rocío ya demostraba su gran talento como actriz en algunos festivales artísticos organizados, en la época, por varias emisoras de radio, pero fue a los 15 años de edad cuando Dúrcal, participante en un concurso en el programa titulado Primer aplauso, interpretó con maestría la tonadilla española “La sombra vendo”. 

Esto llamó la atención de Luis Sanz, gran director de teatro, que se encantó al oírla por su timbre especial de voz. Entonces, después de obtener el consentimiento de los padres de Dúrcal, Luis la invitó y se encargó de los estudios de canto con Lola Aragón y los maestros Quiroga y Alguero; también las clases de baile de flamenco con Jarrito y los entrenamientos con Alberto Lorca formaron parte de su formación artística. A partir de ahí, Rocío empezó su carrera como actriz, interpretando a una adolescente en la película titulada Canción de juventud, lo que la transformó rápidamente en una estrella. 

Pasado un tiempo le salió un viaje a México, un país que la recibió con los brazos abiertos. Sin embargo, Dúrcal no dejó de protagonizar películas como: La chica del trébol, Tengo 17 años, Más bonita que ninguna, Cristina Guzmán o Las Leandras, lo que la convirtieron definitivamente en una cantante y actriz reconocida a nivel internacional. En 1976, estando en México Rocío, junto al gran cantautor Juan Gabriel, compuso temas que alcanzaron un éxito total, hecho que la transformó sin género de dudas en la Embajadora del folklore mexicano. 

Así pues, dando seguimiento al trabajo exitoso realizado al lado de este gran cantautor mexicano, Rocío grabó ocho discos más de rancheras, todas compuestas por Juan Gabriel. Por esta razón, en 1983, Dúrcal acabó ganando el Premio Heraldo, de México. No obstante, Rocío también grabó baladas de otros compositores como: Rafael Pérez, Juan Carlos Calderón, Marco Antonio Solís o Joan Sebastián, entre otros. Por otra parte, a finales de la década de los 80, Dúrcal vuelve a TVE (Televisión Española), bajo la dirección de Luis Sanz, para protagonizar la serie Negocios de mamá y lanzar un nuevo disco titulado Amor eterno, otra vez al lado de Juan Gabriel. 

Después de muchos años de trabajo, Dúrcal decidió descansar durante un largo período, tras el cual volvió en el 2001, con un trabajo nuevo, el disco titulado Entre tangos y mariachis, con temas conocidos por los amantes de la música argentina y mexicana, como “A media luz” y “Caminito”. Durante su linda trayectoria artística, Rocío recibió numerosos premios y el cariño de sus millones de fanes, por muchos países del mundo; incluso, en el 2005, La Academia de Las Artes y Las Ciencias de la música de España le otorgó el Premio Latino a toda una vida dedicada a la música. 

En definitiva, Rocío Dúrcal a lo largo de su carrera como cantante interpretó con la maestría de siempre varios ritmos latinos. Ya como actriz, protagonizó al menos 14 películas exitosas. Tristemente, “La española más mexicana”, falleció el 25 de marzo de 2006, en Madrid, víctima de una enfermedad incurable. Por consiguiente, para homenajearla seleccioné la canción titulada “Ya te olvidé”, compuesta por Marco Antonio Solís e interpretada por la propia cantante.

¡Espero que la disfrutéis!

Jorge Martins



“Ya te olvidé”

Ya te olvidé, vuelvo a ser libre

otra vez.

Vuelvo a volar hacia mi vida

que está lejos y prohibida

para ti.

Ya te olvidé, ya estás muy lejos

de mí.

Tú lo lograste con herirme,

lastimarme y convertirme

en no sé qué.

Me atrapaste, me tuviste

entre tus manos, me enseñaste

lo inhumano y lo infeliz, que puedes ser.

Te fingiste exactamente enamorado,

aunque nunca me has amado

yo lo sé.

Me dijiste que jamás podría olvidarte,

que después iría a robarte y a decirte

bésame.

Yo luché contra el amor que te tenía

y se fue ahora ya te olvidé.

Me atrapaste, me tuviste

entre tus manos, me enseñaste

lo inhumano y lo infeliz, que puedes ser.

Te fingiste exactamente enamorado,

aunque nunca me has amado,

yo lo sé.

Me dijiste que jamás podría olvidarte,

que después iría a robarte y a decirte

bésame.

Yo luché contra el amor que te tenía

y se fue, ahora ya te olvidé.



Fuentes consultadas:

Biografia de Rocío Dúrcal (biografiasyvidas.com)

BIOGRAFIA DE ROCIO DURCAL (adurcal.com)

Biografía de Rocío Dúrcal (Su vida, historia, bio resumida) (buscabiografias.com)

Biografía de la Cantante Rocío Dúrcal (todomusica.org)

Biografía de Rocío Dúrcal: La española más mexicana (rolamix.com)

La actriz y cantante Rocio Durcal en una de sus ultimas... Foto jornalística - Getty Images

rocío dúrcal una estrella en el cielo - Pesquisa Google

domingo, 17 de septiembre de 2023

Un apunte sobre el corto: “La suerte de la fea, a la bonita no le importa”

 


El Gacetero

         La perfección es algo que no existe, ni siquiera en la naturaleza. El ser humano está lejos de ser perfecto, por eso buscar el cuerpo impecable no tiene sentido. En el mundo cruel en el que vivimos, la dictadura del cuerpo magnífico obliga a todos, especialmente a las mujeres, a urdir sacrificios inimaginables. La estética del cuerpo, o de la belleza, se revela según el patrón que se determina en la sociedad. ¿Quién determina tal estándar? No lo sabemos.

         La belleza y la fealdad revelan el estado de ánimo de cada uno (o una), que siempre demuestra un inconformismo (del cuerpo) increíblemente sin sentido. Sería bueno que tuviéramos un hada madrina que pudiera transformar nuestros cuerpos según nuestro deseo (o nuestra belleza o fealdad). Sin embargo, no es posible tener un cuerpo perfecto sin tejer sacrificios. Esta es la realidad: para un cuerpo idealmente perfecto, los sacrificios que generan sufrimientos son necesarios, exponiéndose a un sadomasoquismo intempestivo. 

         La vida sería más fácil y alegre si aceptáramos nuestros cuerpos. ¿Por qué no podemos poseer y apreciar la diversidad de los cuerpos? El mundo es más encantador con cuerpos gordos, delgados, bajos, altos, con o sin culo, con o sin pechos, con o sin pelo, de colores oscuro, blanco, pardo o amarillo. Qué aburrido sería que todos los cuerpos fueran iguales, consolidándose la monotonía del patrón (social). ¿Por qué no podemos ser distintos? No obstante, debe prevalecer el respeto a la decisión de cada persona de tener el cuerpo que quiera, vestirse como desea, expresarse como le apetezca. Aunque eso sería un mundo perfecto, ¿verdad?, en el que el prejuicio es un pariente lejano. 



         Entonces, sigamos con nuestra neurosis de alcanzar la perfección de los cuerpos. No obstante, lo que realmente sucede es que esta búsqueda termina deformándolos, porque se pierde su equilibrio y harmonía natural, por causa de nuestra vanidad, orgullo y estupidez. Lo que tiene un valor real es la belleza interior, que va más allá del ser y disfraza (o enmascara) las imperfecciones de una mirada ajena. Esta belleza perpetra una vida más feliz, menos dolorosa y más diversa, sobresaliendo la individualidad de cada persona.

         Si el mundo no es perfecto, ¿por qué tenemos que lograr cuerpos magníficos? Si el carácter de los seres humanos denota perfectible, ¿por qué buscar la perfección en los cuerpos que un día dejarán de existir? La gran belleza es envejecer con sabiduría y disfrutar de la imperfección de cada ciclo de la vida. En caso contrario, la vida no valdrá la pena, porque reinarán el sufrimiento y la insatisfacción agobiantes.