Musiclicando Retro: “Lucha Villa, la gran estrella de la música ranchera"

 

        Luz Elena Ruiz Bejarano, conocida en el mundo artístico como Lucha Villa, nació el 30 de noviembre de 1936, en Camargo, Chihuahua (México). Esta gran cantante y actriz empezó su carrera artística como modelo, ya que su belleza física y su carisma siempre la acompañaron, formando parte de su personalidad hasta los días actuales. Por este motivo, durante la época inicial de su carrera, Lucha fue invitada por el empresario argentino Luis G. Dillon para que formase parte de la agrupación llamada Las Dianas de Dillon como modelo y bailarina. Sin embargo, este mismo empresario resolvió contratar a un cantante y una cantante para que interpretasen canciones rancheras.

        No obstante, la cantante recién contratada para interpretar las canciones rancheras, el día del estreno no se presentó, entonces, Lucha tuvo que sustituirla y, al escuchar sus grandes cualidades vocales, los organizadores del proyecto musical decidieron contratarla como la nueva cantante, de manera que, a partir de ahí, Lucha estableció contacto artístico con los grandes compositores y a través de José Ángel Espinoza pasó a formar parte como protagonista principal de la XEW, hecho que le posibilitó a Lucha grabar su primer disco para la Musart.

        Los temas más exitosos compuestos por José Ángel Espinoza y José Alfredo Jiménez son: “La media vuelta”, “La mano de Dios” y “Que se me acabe la vida”, que fueron interpretados con maestría por Lucha, la cual asumió un protagonismo muy grande entre los mayores cantantes del género mexicano. Más tarde grabaría también el conocido tema “Amanecí en tus brazos”, así como otros temas que alcanzaron total éxito: “Besos de papel”, “Que me lleve el diablo”, “Zenaida”, “Hermosísimo lucero”, “Una pura y dos con sal” o “Retirada”.

        Asimismo, en 1964 Lucha puso en marcha su trayectoria como actriz al actuar en “El Gallo de Oro”, interpretando un personaje fuerte, llamado Bernarda, la Caponera, al lado de Ignacio López Tarso. Se trataba de una obra de Juan Rulfo adaptada por Carlos Fuente y Gabriel García Márquez y dirigida por Roberto Gavaldón. Incluso la crítica de la época le otorgó a Lucha su primera Diosa de Plata por su impecable actuación.

        Lucha Villa actuó también en la película El lugar sin límites, de Arturo Ripstein, que está entre las diez mejores películas mexicanas. En otras palabras, Lucha concilió a la perfección sus compromisos artísticos como actriz y cantante, ya que, en la década de los 70, además de grabar un disco en homenaje a José Alfredo Jiménez, empezó un trabajo muy exitoso al lado de Juan Gabriel, gran cantautor mexicano, de manera que juntos estuvieron, hasta 1996, lanzando discos memorables, como: Lucha Villa interpreta a Juan Gabriel o 25 años de Lucha.

        En esta época, Lucha ya había conquistado su segunda Diosa de Plata por su especial actuación en la película Lagunilla, mi barrio, en la que interpretaba a Doña Lancha. En 1996, Lucha prestó un gran homenaje a Lola Beltrán y Amalia Mendoza, con el trabajo que hizo Juan Gabriel titulado Las tres Señoras, en el que participaron los mayores cantantes del género, como: Vicente Fernández, Antonio Aguilar, La Prieta Linda, Miguel Aceves Mejía, Las Jilguerillas o Luis Aguilar, entre otros.

        En resumidas cuentas, Lucha Villa tuvo que dejar su carrera artística en 1997 debido a problemas de salud, pero sus millones de fanes siguen escuchando sus inolvidables canciones a través de sus incomparables interpretaciones. Por consiguiente, para homenajearla seleccioné la canción “Tú a mí no me hundes”, compuesta por Juan Gabriel e interpretada por la propia Lucha.

        ¡Espero que la disfrutéis!

Jorge Martins

 

“Tú a mí no me hundes”

Ya no quiero saber nada
de lo que me ha pasado.
Si he sufrido, si he llorado,
si he sentido, si he amado.
Para mí ya está olvidado
nada quiero ya saber.

Ya no quiero saber nada
de lo que me ha pasado.
Tu cariño voy a ahogarlo.
Tu amor malo he de matarlo,
que fui tuya he de olvidarlo.
Me hizo daño tu querer.

¿Para qué, para qué, para qué, para qué llorar?
¿Para qué, para qué, para qué, para qué sufrir?
Siendo la vida tan maravillosa,
llena de sueños y de bellas cosas.

¿Para qué, para qué, para qué, para qué llorar?
¿Para qué, para qué, para qué, para qué sufrir?
Perder el tiempo así, ¿de qué me sirve?
Si solamente una vez se vive.

Tú no me vas a hundir.
Te juro por mi madre
no me vas a hundir.
Tú crees que soy cobarde y no me vas a hundir.
Te apuesto lo que quieras,
que tú a mí no me hundes.

¿Para qué, para qué, para qué, para qué llorar?
¿Para qué, para qué, para qué, para qué sufrir?
Siendo la vida tan maravillosa,
llena de sueños y de bellas cosas.

¿Para qué, para qué, para qué, para qué llorar?
¿Para qué, para qué, para qué, para qué sufrir?
Perder el tiempo así, ¿de qué me sirve?
Si solamente una vez se vive.

Tú no me vas a hundir.
Te juro por mi madre, no me vas a hundir.
Tú crees que soy cobarde y no me vas a hundir.
Te apuesto lo que quieras,
que tú a mí no me hundes.

¿Qué va?, ¿qué va?, ¿qué va?

Tú no me vas a hundir.
Te juro por mi madre, no me vas a hundir.
Tú crees que soy cobarde y
no me vas a hundir.
Te apuesto lo que quieras,
que tú a mí no me hundes.

Fuentes consultadas: 

Edad, biografía de Lucha Villa | Last.fm

Lucha Villa - Biografía, historia y legado musical (buenamusica.com)

Lucha Villa - EcuRed

Biografía de Lucha Villa - Musica.com 

Serie: HIT. Temporada 1 - Capítulo 9: "Los exámenes"

El Gacetero 

         El fracaso nos afecta por causa de nuestras limitaciones, orgullo, vanidad y creencias. Es un proceso de autodestrucción, autosabotaje, pérdida de confianza en nosotros mismos o en la sociedad. Cuando uno es adolescente, sufre varios momentos de fracaso que pueden llevarle a las entrañas de un precipicio, desarrollando incredulidad en la vida. A veces, se puede tener el coraje de enfrentar el mundo, criticarlo, pero no de cambiarlo. ¿Podría suceder esto porque tenemos la certeza de que fracasaremos o, de hecho, no tenemos el valor de hacerlo? Los estudiantes de HIT están teniendo una crisis de fracaso. Sienten que suspenderán los exámenes finales y, por lo tanto, intentan robarlos. Esta es una acción nada ética, pero de desesperación y falta de confianza.

         HIT y la directora de la escuela sorprenden a los estudiantes en el acto ilícito. Hugo reúne al grupo de estudiantes y les reprocha el intento de engaño. Está frustrado porque su trabajo no ha contribuido en nada a crear una nueva mentalidad ni comportamiento ante los problemas que ellos podían afrontar. Para él, los estudiantes han sido cobardes por elegir la forma más fácil de lograr su objetivo: burlar el sistema de los exámenes de las asignaturas del año escolar.

       Sin duda, fue interesante ver el debate entre Hugo y los adolescentes rebeldes, en especial la contestación que le dieron. Se defendieron diciendo que ningún profesor les ayudaría y que, seguramente, no aprobarían en las asignaturas de aquel año. HIT, con su ego herido, manifestó que se preocupaba por todos sin distinción y que perdió tiempo y energía para hacerlos mejores de lo que eran antes de unirse al grupo de apoyo. Los adolescentes, mostrándose más maduros que Hugo, revelaron que reconocían su trabajo y que se habían dado cuenta de un cambio en su comportamiento. Sin embargo, al final del periodo escolar, los maestros no los evaluarían en función de las modificaciones por las que habían pasado, sino por los contenidos impartidos en clase. Hugo no les respondió en ese momento y decidió que estudiaría con ellos. 

 

       De pronto, se atrevió a encuestar a sus compañeros de maestría para obtener información sobre los exámenes de fin de curso. ¿No estaría él haciendo lo mismo que los estudiantes, intentando burlar el sistema de evaluación? ¿Por qué sus alumnos tendrían el privilegio de conocer de antemano el contenido que entraría en el examen? ¿No tienen todos los mismos derechos, sean estudiantes rebeldes o no? Quizás Hugo podría argumentar que los estudiantes no eran iguales y, por lo tanto, deberían ser tratados con equidad. Quiero decir, que cada persona debe ser tratada según sus limitaciones y dificultades. 

        Por supuesto que, dentro de un aula, un solo profesor no sería capaz de dar atención continuada, resolviendo los problemas de aprendizaje de cada persona. Dentro de un aula debería haber más de un profesor para lograr ese objetivo. ¿Deberían estar en la misma clase los estudiantes que tienen dificultades para entender las asignaturas? ¿Eso sería una forma de discriminación? ¿O los estudiantes con dificultades deberían permanecer en una clase con mejor rendimiento académico para que los primeros se sientan motivados a estudiar y tengan mejores actitudes y comportamientos? No sé qué respuesta darte, querido lector, porque he tenido experiencia con ambos sistemas y digo que ambos tienen ventajas y desventajas. Pienso yo, que es una resolución que debería ser discutida con los estudiantes y el profesorado, para construir juntos una metodología pedagógica. ¿Funcionaría eso? Tampoco sé la respuesta, pero es lo que siento desde que fui alumno y profesor en mi camino por la vida.

 

         Hugo reunió a sus amados rebeldes en su casa para estudiar. Utilizó la metodología activa para explorar el contenido de cada asignatura. Dividió a los estudiantes en grupos y cada uno estudiaría un contenido, así que aquel que supiera más realizaría el estudio y respondería a las preguntas. Si nadie pudiese resolver las dudas, deberían buscar las respuestas en libros o en Internet. Cada hora cambiaban el tema estudiado, para que fuera posible explorar todas las cátedras. Estudiaron todo el día y salieron de la casa de HIT más seguros. Si van a aprobar, aún lo ignoramos, posiblemente en el próximo capítulo lo sabremos.

         Parece que uno de los estudiantes está enamorándose de Hugo. ¿Quién será? Esperemos el próximo capítulo, que será el último de la temporada 1, para nuevas revelaciones. ¡Hasta pronto!