São Paulo es una de las mayores
ciudades del mundo. Con 11 millones de habitantes está considerada la principal
metrópoli del hemisferio sur. Y esas 11 millones de personas ocupan todas las
regiones de la ciudad. Pero eso no es motivo suficiente para que el gobierno
invierta como debería en el transporte público. El metro no llega a todos los
barrios y las obras en curso se encuentran paradas; los autobuses no soportan a
toda la gente; el tren también es insuficiente y los coches reinan por todos lados.
Con esto, es posible tener una
idea de la gravedad de la situación. Para mí, el metro es la solución para los
problemas de movilidad urbana de São Paulo. Sin embargo, actualmente, las
líneas solo atienden las áreas centrales de la ciudad. La mayor parte de la
periferia no tiene metro. Lo mismo pasa con los autobuses: para llegar al
centro, una persona que vive en la periferia tiene que coger al menos dos
autobuses. Además de eso, las calles favorecen la circulación de los coches y
dificultan la movilidad de otros medios de transporte.
Es común, por lo tanto, casos
diarios de atasco, autobuses o vagones hasta el tope y la
gente infeliz. No es difícil oír historias de ancianos que se accidentan o de
jóvenes que se sienten mal en medio de tanta gente. La infraestructura tampoco
ayuda: cuando llueve, el metro y el tren suelen parar de funcionar.
El actual alcalde ya está
haciendo algo para cambiar esa realidad al promover el uso de la bicicleta y
aumentar las pistas exclusivas para los autobuses. Sin embargo, en mi opinión,
todo eso solo va a mejorar cuando el metro se vuelva una solución para todos
los ciudadanos – ricos o pobres.
Luiza Alves Monteiro
Sin duda, Luiza, un texto crítico que conduce a pensar en qué tipo de futuro programamos y vamos también creando. En grandes ciudades hace falta paciencia y solidaridad para con el conciudadano. Felicidades por tus reflexiones en voz alta.
ResponderEliminarLuiza, enhorabuena por tu texto.
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