miércoles, 4 de diciembre de 2019

La sinestesia (1)

El origen del término sinestesia proviene de la “fusión de dos palabras del griego συν- (sin-), que significa ‘junto’, y αἴσθησις (aísthesis), que traduce ‘sensación’. Así, la sinestesia es la percepción de una misma sensación a través de distintos sentidos”. En otras palabras, la sinestesia “es una condición que puede darse en un individuo que es capaz de oír colores, de ver sonidos o de apreciar texturas cuando saborea algo”. Un sinestésico, por ejemplo, percibe de manera espontánea correspondencias entre tonos de color, de sonido e intensidades de sabor. Se conocen hasta 60 tipos de sinestesia, algunas tan increíbles como el sabor que experimentan ciertos sujetos con los números.

Imagen relacionadaEntre un 2 y un 4% de la población es sinestésica y la gran mayoría no lo sabe. “La sinestesia tiene un fuerte componente hereditario, el 40% de los sujetos que lo padecen poseen un pariente directo que también lo es, aunque no tiene por qué compartir el mismo tipo de sinestesia. La sinestesia perdura a lo largo de los años”. Las investigaciones científicas sostienen que “se trata de un rasgo dominante ligado al cromosoma X, mientras que otros científicos consideran que la sinestesia se produce por un cruce de áreas adyacentes del cerebro que procesan diferentes informaciones sensoriales”. 


Este concepto es explicado por cada disciplina teniendo en cuenta diversos parámetros, sin embargo, siempre se encuentra asociado a lo mismo, a una desviación o una percepción compleja sobre algo. Para la biología, “la sinestesia es la impresión que sentimos en una cierta región corporal a partir de un estímulo aplicado en otra diferente”. Se la describe también con conceptos como “sensación asociada” o “sensación secundaria”. 




La psicología, por su parte, denomina sinestesia “a una imagen propia de la subjetividad que resulta característica de un sentido, pero que está fijada por una sensación diferente que incide sobre otro sentido”. El descubrimiento de las sinestesias subjetivas se le otorga a Lussana, quien en 1883 dio constancia de la existencia de estos fenómenos. Asimismo, este autor se dedicó a buscar la relación entre colores y emociones.

Aún son muchos los misterios que entraña este fenómeno, algunos de los sinestésicos son verdaderos genios, muchos se dedican a actividades artísticas. Los que no lo son, poseen mayor capacidad para destacar en pruebas relacionadas con su tipo de sinestesia. Por otro lado, las experiencias sinestésicas también pueden tenerse mediante el consumo de sustancias alucinógenas, como el LSD, la mescalina o ciertos hongos.

El Dr. G.T.L. Sachs fue el primer especialista en explicar las características de este fenómeno, en 1812. Con el tiempo, se descubrió que la sinestesia es más frecuente entre quienes padecen autismo y que incluso ciertas clases de epilepsia pueden generar percepciones de este tipo. En algunos casos, la sinestesia ocurre cuando alguno de los sentidos se encuentra dañado. Este fenómeno se conoce como “colores marcianos” y se originó a partir de una persona que había nacido con daltonismo y decía que veía colores alienígenas, aunque no era capaz de ver, en el significado habitual de la palabra.

La sinestesia como figura retórica 

La sinestesia también se conoce como “una figura retórica en la cual es atribuida una sensación (auditiva, olfativa, visual, gustativa o táctil) a un objeto al cual no le corresponde”. Como tal, es muy usada en obras literarias, especialmente en la poesía. Algunos ejemplos de sinestesia comunes serían:


·        Sorda tristeza.
·        Amarillo chillón.
·        La verde soledad de los campos.
·        Dulces días.

Como dato final, cabe mencionar que la sinestesia es una facultad que han tenido algunas destacadas personalidades como: Charles Baudelaire, Vladimir Nabokov, Axel Lovengreen y Marcel Proust. Y como ellos, muchos artistas han utilizado su sinestesia para enriquecer su creatividad. Nabokov, por ejemplo, veía colores en los números y ha utilizado esta facultad para brindarle un tono sumamente creativo a su obra. Cabe señalar que las personas con esta capacidad tienden a ser muy perceptivas y a desarrollar una relación fluida con su entorno.

Pepe Cocodrilo

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