El
Musiclicando Retro y el blog Correveidile rinden este mes un sentido homenaje a
Mercedes Sosa, cantante que nació el 9 de julio de 1935, en San
Miguel de Tucumán, un pequeño pueblo ubicado al noroeste de Buenos
Aires, Argentina. Su madre, Ema Del Carmen Girón, la llamaba “Marta”, pero ya en el universo musical recibió el apodo cariñoso de “La Negra”. La infancia de esta profesional fue
muy dura, Sosa tenía muchas carencias materiales, así que sin saber ni tan siquiera si tenía
talento para la música, decidió participar en un concurso musical interpretando la canción
“Castillito de arena”, pero fracasó.
Esa misma
canción era interpretada por Lolita Torres, que además de ser una gran cantante
bailaba muy bien. Entonces, tal parecía que Mercedes no tenía la misma gracia
que Lolita. Mercedes, junto con su marido Óscar Matus, dio un exitoso concierto
en la Universidad, gracias a lo cual otras puertas se fueron abriendo para
ella. Así que Matus tuvo la oportunidad de grabar el primer disco de Sosa, Canciones
con fundamento, con un sello independiente, la RCA Víctor. Por el hecho de
no ser un trabajo tan comercial, Mercedes no recibió nada por el mismo, pero el
disco fue difundido en algunos países, incluso llegó a Japón.
En
1967, después de una gira exitosa por Estados Unidos y Europa, Mercedes lanzó un
nuevo e imprescindible trabajo Para cantarle
a mi gente. Hay que destacar que, en esta misma época, Argentina estaba bajo un régimen militar, entonces Ariel Ramírez le propuso a Mercedes ser la voz de Mujeres argentinas, hecho que le cerraría las
puertas de la radio Nacional gubernamental.
Sin embargo, eso no la frenó. Entre
sus grandiosos trabajos, Sosa rindió homenaje a Violeta Parra, cantante
chilena, con el disco Mercedes Sosa
homenaje a Violeta Parra y también participó en la película La tierra en armas. A pesar de todo, la
carrera de Mercedes siguió su curso y, en 1973, grabó Traigo un pueblo en mi voz. En 1977 preparó también un homenaje a
uno de los grandes compositores y cantantes populares argentinos: Mercedes Sosa interpreta Atahualpa Yupanqui.
Libro |
Cabe recordar que la situación política en Argentina estaba cada vez más difícil, lo
que obligó a Mercedes a irse al exilio, que duró 4 años. En 1982, “La Negra”
volvió a Argentina, cuando ya se estaba terminando el régimen militar,
entonces, en el Teatro Ópera de Buenos Aires, Sosa dio varios conciertos, lo
que se convertiría en un nuevo trabajo Mercedes
Sosa en Argentina. En cierto modo, Mercedes inició un nuevo momento en su
carrera.
En
1983, grabó otro disco que, sin duda, fue uno de sus grandes éxitos Un son para Portinari, con registros de
varias canciones de grandes artistas argentinos “María María” e “Inconsciente colectivo” de Charly García o “La masa” y "Unicornio", entre otros. Sosa mantuvo su ritmo de trabajo y en 1984 finalizó ¿Será posible el sur? 1985 fue un año mucho más importante gracias a Vengo a ofrecer mi corazón, con canciones
de sus amigos argentinos Fito Páez y Víctor Heredia.
La
inquietud de Mercedes la llevó hasta Alemania y Europa central, por lo que de esta importante
gira nacería el trabajo, Mercedes Sosa 86
en el que participaron como invitados el bandolonista Leopoldo Federico o el
grupo Markama. En 1988, grabó Amigos míos, con las participaciones de
Teresa Parodi, Charly García, Pablo Milanés, Fito Páez y los brasileños Milton
Nascimento y Raimundo Fagner. En 1991 ve la luz Sino
y, junto a Fito Páez, participa en la banda sonora de la película Convivencia.
En
el año 1996 sale Escondido en mi país, un disco dedicado al Folklore,
que fue llamado por muchos: El baño de Folklore. Gracias a este, da
varios conciertos en el Teatro Ópera en Buenos Aires, recibiendo un público
culto, lo que no le gustaba nada a Mercedes, porque ella quería cantar para las
personas más simples de su país. En 1997 se lanza Alta fidelidad, un disco de Charly
García.
Ya en el 2000, Mercedes que en su larga carrera ya había
interpretado varios ritmos musicales, como folklore, tango, pop y rock,
volvió a grabar canciones folklóricas y con el disco La misa Criolla, compuesto por Ariel Ramírez, se fue de gira por el mundo alcanzando un éxito total y conquistando el Grammy Latino a la mejor interpretación de una obra
musical. En 2001, junto a Víctor Heredia, León Gieco lanza el disco Argentina quiere cantar, un trabajo que
agradó muchísimo al público argentino.
Libro |
Mercedes
Sosa, además de ser la cantante que mejor representó a su tierra, también fue protectora de sus incontables amigos argentinos, de manera que muchas
veces compartió escenario con ellos, los amó, abrazó y realizó diversos trabajos: Teresa Parodi, Julia Zenko, Antonio Tarrago Ros,
Facundo Saraiva, León Gieco, Roberto Carabajal, Cuti Carabajal, Charly García,
Pedro Aznar y Fito Páez, entre otros.
En
otras palabras, Mercedes Sosa no fue solo la mayor cantante de Latinoamérica
sino también la identidad de un pueblo que vibró a través de su voz, su amor, su fuerza,
su Arte y cultura, que estaba siendo representada en muchos países del mundo. Sin embargo,
muy cansada y ya enferma, Sosa siguió su carrera dando conciertos y grabando trabajos durante algunos años más y, dado que era extremadamente profesional, tuvo clases de canto
hasta dos meses antes de morir, el 04 de octubre de 2009, cuando dejó la vida para eternizarse en la Historia.
El
escritor argentino, Rodolfo Braceli, escribió la biografía de Mercedes Sosa, que
fue lanzada en 2003, Mercedes Sosa, “La
Negra” y Fabián Matus, su hijo, también escribió recientemente, junto a Maby Sosa, el libro Mercedes
Sosa. “La mami”. Y yo, para recordar a la gran Mercedes Sosa, la artista incombustible, seleccioné una canción que se titula “Todo cambia”, compuesta por Julio
Numhauser.
¡Espero que la disfrutéis!
Jorge Martins de Almeida
“Todo cambia”
Cambia lo superficial.
Cambia lo superficial.
Cambia
también lo profundo.
Cambia
el modo de pensar.
Cambia
todo en este mundo.
Cambia
el clima con los años.
Cambia
el pastor su rebaño.
Y
así como todo cambia,
que
yo cambie no es extraño.
Cambia
el más fino brillante,
de
mano en mano su brillo.
Cambia
el nido el pajarillo.
Cambia
el sentir un amante.
Cambia
el rumbo el caminante
aunque
esto le cause daño
y así como todo cambia,
que
yo cambie no es extraño.
Cambia,
todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia
el sol en su carrera,
cuando
la noche subsiste.
Cambia
la planta y se viste,
de
verde en la primavera.
Cambia
el pelaje la fiera.
Cambia
el cabello el anciano.
Y
así como todo cambia,
que
yo cambie no es extraño.
Pero
no cambia mi amor,
por
más lejos que me encuentre,
ni
el recuerdo, ni el dolor,
de
mi pueblo y de mi gente.
Lo que cambió ayer,
Lo que cambió ayer,
tendrá
que cambiar mañana,
así
como cambio yo
en esta tierra lejana.
en esta tierra lejana.
Cambia,
todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Pero
no cambia mi amor,
por
más lejos que me encuentre,
ni
el recuerdo, ni el dolor
de
mi pueblo y de mi gente.
Y lo que cambió ayer,
tendrá
que cambiar mañana,
así
como cambio yo,
en
esta tierra lejana.
Cambia,
todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Cambia, todo cambia.
Fuentes consultadas:
Cuando el alma decide ser canto por unos instantes ...
ResponderEliminar¡Gracias por el hermoso texto, Jorge!
ResponderEliminarGracias, por los comentarios...Feliz Navidad!
ResponderEliminarGracias una vez más, por la atención...Feliz 2019.
ResponderEliminarSoy yo quien agradece. ¡Feliz Año Nuevo!
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