domingo, 3 de diciembre de 2023

El pacificador de las selvas brasileñas (Parte 2)

Si te perdiste: "El pacificador de las selvas brasileñas (Parte 1)"

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Este nuevo organismo gubernamental tenía como objetivo contactar, pacificar, proteger y ayudar en la integración en la sociedad nacional a los pueblos indígenas de todas las regiones del país. En la mentalidad de la época, se creía que la civilización y el desarrollo era un camino lineal y progresivo. Para los intelectuales del mundo occidental, en el cual Rondon se enmarcaba, los pobres pueblos indígenas vivían en estados atrasados de desarrollo. En poco menos de dos años, pacificó e integró a los botocudos del río Doce, en Minas Gerais (1911), y a los agresivos kaingang, del norte de São Paulo (1912), que estaban impidiendo el avance del ferrocarril, así como también la industria cafetera y ganadera en la región.

En 1914 es llamado desde Rio de Janeiro para ayudar en la organización de una expedición donde participaría el propio Theodore Roosevelt, expresidente de los EE. UU. (1901-1909). Rondon propuso que la expedición (conocida como "Expedición Científica Roosevelt-Rondon") llevara a cabo la exploración y mapeamiento del río de la Duda, que tantos quebraderos de cabeza le dio en aquella vieja expedición de 1909. El viaje fue todo un éxito y, durante el mismo, el río pasó a llamarse Roosevelt. La aventura fue dura, quedándose sin alimentos y padeciendo enfermedades e infecciones. Sin embargo, Rondon recibió, gracias a esta colaboración, el premio Livingstone de la American Geographical Society de Nueva York.

Para Rondon no existía descanso, así que ese mismo año apenas repuesto de la dura expedición, participó en la pacificación de los Xokleng, en Santa Catarina. A partir de ahí, dedicándose a su labor como indigenista, consiguió contactar y establecer relaciones con los Umotina, en las confluencias de los ríos Sepotuba y Paraguay (1918); Parintintim del Madeira, en Mato Grosso (1922), y los Urubu en el río Gurupi en la frontera entre Pará y Maranhão (1928). El tiempo dedicado a su labor como presidente del SPI no le impidió participar y dirigir proyectos personales o encargados por el gobierno brasileño, como la inmensa labor de inspección de las fronteras de Brasil. Encargo este del que se ocupó sin rechistar, desde 1927 hasta 1930, recorriendo el borde brasileño desde las Guayanas hasta Argentina.

Su presencia era requerida en todas partes para legitimar los cambios políticos, sin embargo, al negarse a apoyar la revolución de 1930 fue encarcelado, durante un tiempo, por el gobierno de Getulio Vargas, intentado después apartarlo de la vida pública. A pesar de que él mismo había dejado el cargo de presidente del SPI ese mismo año (que luego recuperaría en 1939), siguió en activo dada su fama mundial. Un ejemplo de esto fue cuando, en misión diplomática, ayudó a restablecer la paz entre Perú y Colombia en sus fronteras amazónicas.

Rondon vio con buenos ojos el proyecto de colonización del Centro-Oeste brasileño (región donde hoy está Brasilia, Goiás, Mato Grosso y Mato Grosso do Sul) de la expedición Roncador-Xingú, llamado popularmente "La Gran Marcha para el Oeste". El objetivo era abrir caminos y fundar ciudades en esa región abandonada y medio olvidada del centro de Brasil. Ayudando en su planificación, Rondon participó de modo activo con el SPI en la pacificación de los célebres Xavantes, grupo indígena conocido por su capacidad de lucha y resistencia. En esta época, Rondon pasaba ya los ochenta años.

En sus últimos años de vida, cuando ya rondaba los noventa, Rondon se dedicó a afianzar su legado. En 1952, presentó el proyecto del Parque Indígena del Xingú, con la intención de preservar la flora, fauna y culturas indígenas de la zona, como un recuerdo del Brasil anterior a la llegada de los europeos. Proyecto este que no se materializó hasta 1961 y que, gracias al esfuerzo de los famosos hermanos Vilas Boas, se mantuvo en el tiempo. En 1953 ayudó a Darcy Ribeiro, otro famoso antropólogo, a fundar y crear el Museo del Indio, en Rio de Janeiro, institución pionera en su época y que hoy en día funciona como un potente archivo indigenista. El 5 de mayo de 1955, día en el que cumplía 90 años, fue nombrado mariscal. En 1956, el gobierno brasileño le dio, en su honor, el nombre de Rondônia al estado de Guaporé, en el suroeste del país y que linda con Bolivia. Asimismo, fue propuesto para el premio Nobel de la Paz, en 1957, por el Explorer’s Club de Nueva York, pero murió antes de que se decidiera su concesión.

En el ocaso de su vida, su salud estaba débil. Durante su juventud había perdido la visión de un ojo; ya siendo un anciano sufrió una disminución progresiva de la visión del otro y, al final, se quedó ciego. Según consta en su historial clínico, tuvo una atrofia de ambos nervios ópticos; pero, al parecer, de acuerdo con lo recogido en otros documentos, padecía un glaucoma. Rondon dejaba el mundo que había contribuido a hacer más pequeño, tras una vida fascinante, el 19 de enero de 1958, cuando contaba con 92 años.


En pocas palabras... 

Tras recorrer más de 100 000 kilómetros, descubrir ríos y regiones, establecer relaciones y aprender las lenguas de pueblos indígenas jamás contactados, conectar las regiones más recónditas de Brasil con el mundo a través del telégrafo, descubrir animales y plantas en expediciones científicas, Rondon continua siendo, para muchos, un perfecto desconocido. El paso del tiempo seguro que rescatará a este verdadero héroe brasileño que sirve, y continuará haciéndolo, de inspiración a miles de antropólogos, aventureros, políticos y militares.



 




Pepe Cocodrilo

 

Consultas bibliográficas y citas:

http://scielo.isciii.es/pdf/aseo/v87n4/iconografica2.pdf

https://iberoamericasocial.com/heroe-de-brasil-rondon/

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/rondon.htm

http://www.fundacaobunge.org.br/es/novedades/novedade.php?id=19350&/5_de_mayo_dia_del_mariscal_rondon

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