miércoles, 9 de diciembre de 2020

“¡Gobierno! ¿Quién necesita gobierno?”

 

Últimamente he estado pensando mucho en los tres niveles de gobierno que existen y tengo dificultad para entender tal necesidad. A pesar de eso, están siendo creados nuevos niveles, como regiones metropolitanas, un nivel más de inoperancia.

Quién necesita gobierno si cerca de un tercio de toda flota de coches en São Paulo son ilegales, no renuevan los permisos ni tampoco pagan impuestos o multas; las motocicletas andan por las calles con un sonido ensordecedor, sin que nadie les obligue a obedecer la ley del silencio; los motociclistas también conducen como si no hubiera ninguna ley o norma. ¿Un gobierno incapaz de ejercer fiscalizaciones tan sencillas es capaz de ejecutar operaciones más arriesgadas como desmantelar organizaciones criminales; llevar a los bandidos a la prisión o identificar y prender receptores de mercancías robadas?

Quién necesita gobierno si el legislativo cree que las palabras en nuestra constitución, que nos garantizan muchos derechos sociales, son suficientes para solucionar todos nuestros problemas y todos los recursos recaudados por el Estado pueden (creo que algunos entienden que deben) ser usados para aumentar la remuneración del funcionalismo, principalmente de su élite, y también incrementar sus beneficios. En esta pandemia, pocas actividades pasaron incólumes, sin duda, el funcionariado fue una de las menos afectadas. Además, si no hay recursos suficientes siempre se pueden aumentar los impuestos. ¿Un gobierno, que es incapaz de gestionar sus recursos mirando la realidad de su población, puede solucionar sus problemas?

Quién necesita gobierno si el principal aparato investigativo, creado para combatir la corrupción en los últimos años, está siendo desmontado por los tres poderes de la República, aparentemente para evitar que más políticos sean involucrados en las investigaciones. ¿Un gobierno que desmonta una fuerza policial que incriminó y permitió que personas ricas y políticos fueran condenados y encarcelados por crímenes de corrupción es capaz de luchar contra los corruptos?

Quién necesita gobierno si predica que la educación es prioridad, pero no reconoce la importancia del papel de los profesores, pagándoles salarios vergonzosos y no es capaz de garantizar ni tres horas de clases con calidad en ciento ochenta días lectivos durante ocho años. ¿Un gobierno que usa la educación para solucionar problemas de nutrición y guardería y carga responsabilidades adicionales a los profesores, sin ni reconocer la importancia de su papel educador, está dando realmente prioridad a la educación?

Quién necesita gobierno si el sistema jurídico del país no es capaz de juzgar tempestivamente a todos los ciudadanos. ¿Un magistrado de la Suprema Corte del país que usa una ley, creada para evitar que personas inocentes permanezcan en la cárcel sin juicio, para liberar a un criminal condenado en segunda instancia puede asegurar justicia?

Quién necesita gobierno si la policía, que debería ser civil y proteger a los ciudadanos, es militar y es usada para evitar manifestaciones democráticas y proteger a los poderosos. ¿Un gobierno que mantiene la militarización de la policía, que por definición tiene que obedecer al poder antes de servir a la población, puede asegurar la seguridad ciudadana?

Quién necesita gobierno si uno de los senadores integrantes de la comisión de inspección del uso de los recursos para el combate del Covid-19 fue detenido por corrupción por el uso de los recursos en su estado de origen. ¿Un congreso que se niega a condenar a un congresista corrupto o asesino es democrático?

Como se puede ver, estas razones, y otras que no presenté aquí, justifican la discusión de la real necesidad de un gobierno como el nuestro, el cual consume más del treinta y cinco por ciento de nuestro producto nacional bruto.

José Roberto Pinto Carneiro

No hay comentarios:

Publicar un comentario