El secreto de... "El Citrino y La Canela"

Piedras...

El cuarzo citrino, también conocido como cuarzo amarillo o cuarzo naranja, es un cristal realmente raro, pero no es difícil de encontrar dada la fama que tiene y es que posee propiedades energéticas muy generosas. Una forma de obtener el citrino es exponiendo a altas temperaturas la amatista, lo que da como resultado un cuarzo citrino natural; sin embargo, si se obtiene de esta manera no resulta ser un cuarzo citrino auténtico, con propiedades energéticas. Este cuarzo no solo se utiliza para atraer la prosperidad y alegría a tu vida, sino también para transformar el miedo y la ansiedad en calma. 

El citrino es el único de la familia de los cuarzos que tiene relación directa con el Sol, puesto que la amatista recibió sus rayos y fue transformada. Asimismo su nombre nace a raíz de la palabra “cidra”, utilizada mucho en Grecia debido a que su color era muy parecido a la apariencia de este cítrico. La energía que tiene es muy fuerte, lo que ayuda a mejorar la autoestima y su uso continuo es muy recomendable para tratar problemas de depresión, ansiedad o tristeza, ya que posee energía positiva que ayuda a superar el sufrimiento. 

El citrino sirve para otras cosas como, por ejemplo, ayudar a conseguir dinero a las personas que a menudo tienen problemas para administrar o conseguir dinero. Esto no quiere decir que este cuarzo amarillo o naranja te otorgará dinero de forma mágica y sin esfuerzo, sino que te dará los medios y las oportunidades necesarias para conseguirlo. Los países más comunes en los que se encuentran grandes cantidades de este cuarzo son Brasil y Uruguay, a pesar de que también se pueden encontrar en otras zonas, como en Mozambique. 

El citrino se puede limpiar de la misma forma que otros cuarzos, solo necesitas agua salada. Preparas tu propia agua salada, la sumerges unos 10 minutos para que las energías se renueven. Pasado ese tiempo, la sacas y le retiras el agua salada con un poco de agua templada. Coloca el citrino en una zona que toque la luz del sol y la luz de la Luna, logrando así, después de 24 horas, que esté cargado por completo.

Dama de Castro

Plantas...

La canela es una planta conocida por los chinos hacia el año 2 500 antes de Cristo. Todos nosotros las usamos como especia para cocinar, tanto comida salada como dulce. Los árabes, por ejemplo, la emplean para aromatizar carnes y conservarlas. Hay que tener en cuenta que la canela tiene tanta importancia en la medicina como en la culinaria, así que en la magia no podía dejar de ser diferente. 

Cinnamomun zeylanicum es el nombre científico de la canela que es originaria de Sri Lanka, cuyo clima es muy favorable al cultivo: cálido y húmedo. Por lo tanto, los países tropicales la cultivan y la comercializan, como India, Brasil, Madagascar, Islas Seychelles, Islas Mauricio y, claro está, China. Se extrae la corteza del árbol, después de pelar y frotar las ramas, que son enrolladas y secas. 

Los aceites esenciales de la canela son utilizados en la medicina por contener aldehído cinámico, linalol, felandreno, eugenol y pineno, que poseen acción antimicrobiana (antibacteriana, antiviral y antifúngica) y antioxidante, así como también potencializan el sabor de comida, bebida o medicamentos tomados por vía oral. Además, la corteza cuenta con micronutrientes como vitamina C y B, calcio, hierro, magnesio, sodio, zinc, yodo, potasio y fósforo. Asimismo, se puede decir que es una planta capaz de estimular las defensas del cuerpo para combatir infecciones u otras enfermedades. 

La canela es una de las hierbas más antiguas empleadas por el ser humano, por lo tanto, los brujos y las brujas la han estudiado y utilizado en los hechizos para atraer energías positivas para el ambiente, la mente y el cuerpo. Así que podemos usarla para curar, tener éxito financiero, protección espiritual y física o limpieza astral. La canela es otra planta que siempre tenemos que tener en nuestro hogar para cocinar, hacer una infusión o un hechizo. Así, te digo que la vida será más sabrosa, saludable y con mucha prosperidad. ¿Qué más se puede desear?

Sibelius Mágiko