Hablar de mi infancia es especial
porque fue, sin duda, la mejor fase de mi vida. ¡Era una niña muy feliz! Me
gustaba ir a la escuela para quedarme con mis amigos y profesores, pero lo que
más me encantaba eran las clases de gimnasia. Siempre me alegraba al participar
en los torneos de balonmano, fútbol, baloncesto y voleibol; lo que me salía
mejor era el balonmano, me gustaba mucho. Había demasiadas rivalidades entre los
equipos y era eso lo que nos dejaba con ganas de vencer. Me divertía bastante
con los juegos, porque siempre fui una niña muy competidora.
Llegaba a casa después de la escuela y
enseguida salía para jugar con mis amigos en la calle. A veces, las niñas y yo
jugábamos con las muñecas, pero cuando estábamos todos juntos, chicas y chicos,
nos gustaba muchísimo jugar al escondite, a la pita, a la "quemada", al voleibol,
etc. De todos los juegos, el que más amaba era el andar en patines, cuando
recuerdo esos momentos, siento que tuve la mejor infancia que hubiera podido soñar.
Los fines de semana, toda la calle se
llenaba de gente, así que mis amigos y yo empezábamos el día ansiosos por patinar. Nos despertábamos temprano y, tan pronto podíamos, nos íbamos a la calle, patinábamos
hasta el final del día y nos gustaba mucho hacer acrobacias con los patines,
por eso nos caíamos algunas veces, ¡pero nunca me he roto nada! En cambio, a algunos
amigos ya se les ha roto una pierna o un brazo, pero nada grave. Lo curioso es que aunque alguien se
podía romper una parte del cuerpo, no se quedaba sin patinar después de
recuperarse completamente.
Agradezco a Dios por no existir
demasiada tecnología en esa época, por eso mismo pienso que éramos más felices
que los niños actualmente. Incluso la información hoy es más rápida y hay
muchas cosas interesantes, como los videojuegos y la internet, pero ahora también los móviles
tomaron la atención y las personas están perdiendo el contacto con las cosas simples, buenas
y saludables de la vida. No salen de casa para jugar en las calles y no tienen
una relación tan próxima con los amigos, como la teníamos en el pasado. Ya
crecen llenos de obligaciones y están cargados de cosas que todavía no
deberían hacer o vivir.
En un futuro tendré hijos, sin embargo, me gustaría
que tuviesen una niñez como la mía, creo que será más saludable y se sentirán
felices como yo me sentía. Deseo que sean niños de verdad, no adultos antes del
tiempo adecuado.
Ana Lucia Laitano
Querida Ana, un placer que compartas con todos nosotros un momento tan especial de tu vida. ¡Gracias! Estoy muy orgullosa de tu colaboración...
ResponderEliminarAna, me encanto su infancia. Su texto hizo recuerdarme los juegos en la calle con los amigos.
ResponderEliminarEnhorabuena, besos.