Cerdo: Sabor y tradición

Comer cerdo es un hábito cultural brasileño. Así que, como buen brasileño, me encanta esta carne. En los dos platos más populares de la culinaria de Brasil, el cerdo es esencial.

En primer lugar, vamos a analizar la llamada “Feijoada”. Este plato tiene su origen en el período en el que era legal la esclavitud. En aquel momento, estaba hecha de una mezcla de frijoles negros y varios tipos de carne de cerdo, principalmente de las partes menos valoradas como: las orejas, el morro y las pezuñas. Hoy en día, carnes más suculentas fueron añadidas y llega a la mesa acompañada por arroz blanco, col al vapor y rodajas de naranja, entre otras cosas.

El segundo plato es la barbacoa, donde se destacan dos tipos de carne de cerdo. El lomo es un corte de carne de la parte posterior del cerdo. Se trata de una carne blanca, rica en proteínas y vitamina B1, con un menor nivel de colesterol que los otros cortes de carne de cerdo. La longaniza es un embutido sazonado con especias. Se puede consumir fresca o preparada después de sufrir la curación y la conservación a través del proceso de ahumado.

Estos dos platos están entre mis favoritos y tengo la costumbre de consumirlos regularmente, al igual que millones de brasileños. Pero hay otra parte de esta pasión por la carne de cerdo. A mí no me gustan las orejas, el morro ni las patas o pezuñas. Sé que existen personas que aprecian degustar alguna excentricidad, como vísceras, incluso lengua y sesos. ¡Yo ni siquiera soporto la idea de poner estas cosas en mi boca!

Sea como fuere, gracias a su carne sabrosa y a toda la tradición cultural, el cerdo siempre tendrá un lugar muy destacado en la cocina brasileña, así como en mi estómago.

Pepe Cocodrilo