Mi historia empezó en
una mañana del treinta de abril de 1986. Nací a las siete y media de la mañana
en el hospital Beneficencia Portuguesa en la ciudad de São Caetano do Sul (São
Paulo, Brasil), pero viví casi toda mi infancia en una ciudad vecina llamada
Santo André. Tuve una infancia muy buena, mi mamá y mi papá no tenían mucho
dinero, pero siempre fueron personas muy esforzadas, entonces, nunca tuvimos lujo,
pero la vida siempre fue muy buena.
Me acuerdo de ir
todos los fines de año para la casa de mis abuelos, en el norte de Paraná, en
una ciudad llamada Maringá. Como mi hermano nació con una diferencia de edad
muy próxima a la mía, solo tres años, entonces, en todos los viajes de la
familia me acuerdo de la presencia de él.
Siempre fuimos muy
traviesos y mi mamá tuvo mucho trabajo con nosotros. En la granja de mis
abuelos nos gustaba dar maíz para las gallinas, jugar con los granos de café
que había en el galpón y hacer volar una cometa. Nos gustaba fabricar las
cometas con nuestros primos. Como veníamos de São Paulo, siempre traíamos hojas
de seda y barras para la fabricación de las cometas. ¡Siempre hacíamos las
mayores cometas posibles!
Empecé a estudiar a
los cinco años, me gustaban las matemáticas y la geometría, desde niño siempre
tuve muy buenas notas. En el horario del intervalo me gustaba jugar al fútbol.
No era el mejor jugador, pero siempre era seleccionado entre los cinco
primeros. Estudié mucho desde niño, siempre tuve ganas de retribuir a mis
padres toda la inversión y dedicación que tuvieron por mí. Solo jugaba con los
videojuegos los fines de semana e intentaba sacar siempre las mejores notas en
la escuela.
Después del octavo curso,
cuando tenía catorce años, en 2001, fui a estudiar al centro de São Paulo,
conseguí una beca de estudios y mis padres solo tenían que pagar el 30% de la
factura. Empecé a despertarme muy temprano, a las cinco y media, para llegar a
las siete y cuarto a la escuela. Los profesores eran muy buenos, entonces vi
una gran oportunidad para ingresar en una buena universidad después.
Con dieciséis años
decidí que sería ingeniero, pero también conocí a mi primera novia. Mi
desempeño en la escuela no era más el mismo, empecé a ausentarme en las clases
de la tarde para encontrarla. Incluso así, en 2004, con diecisiete años,
conseguí ingresar en la Universidad Estatal de Campinas, en el curso de Ingeniería
Mecánica.
Estaba muy feliz, mis
padres no tenían que pagar más mis estudios. En la Universidad tuve muy buenas
historias, podría escribir un libro sobre estos siete años, viajé mucho
(Australia, Chile, Tailandia), pero también trabajé mucho (aprendiz, lavador de
caballos, …).
En 2011 me gradué como
Ingeniero Mecánico y aquí estoy trabajando como Gerente de Ventas en una empresa
multinacional americana y estoy estudiando español en el Instituto Cervantes. Para
el futuro me gustaría crecer más en mi carrera, estudiar otras lenguas, viajar,
hacer un posgrado y poder proporcionarle a mi hijo el 70% de la vida y
experiencia que tuve.
Cláudio Richart
Qué bellos recuerdos, Cláudio!! Gracias por compartirlos aquí con nosotros.
ResponderEliminarCláudio, es una historia interesante... Gracias por compartirla con nosotros.
ResponderEliminarEnhorabuena Claudio, lindos recuerdos.
ResponderEliminarEs un luchador!!!:)