De Aquí o de Allá

El universo es fascinante. Algo tan grande que uno no puede concebir toda su inmensidad, pues su infinitud está mucho más allá de la comprensión humana. Contiene miles de millones de galaxias con una vastedad de estrellas, nebulosas, planetas, asteroides, cometas y polvo cósmico. El universo es todo lo que existe, todas las formas de materia, es la energía, el tiempo y el espacio.

Dentro de todo eso, en un pequeñito planeta llamado Tierra, existe una abundante cantidad de vida. Hay minusculitas criaturas caminando en su superficie, desde la cual miran todos los días hacia arriba una partecita de la grandiosidad del universo. Y lo que no tienen de tamaño, tienen de interés y curiosidad en conocer esa inmensa oscuridad y todo lo que ella guarda, especialmente si esconde otras formas de vida.

Así que los humanos siempre han mirado el cielo e intentado espiar lo que hay más allá de su mundo. Como todavía no alcanzan a desplazarse a tan largas distancias, buscan avistar desde aquí posibles visitantes intergalácticos. De esta suerte, se quedan fascinados cuando ven algo con luces de colores parpadeando en el cielo y que no pueden determinar con convicción si es algo terreno o no. Y la posibilidad de la existencia de platillos voladores desde hace mucho ha poblado la imaginación de los hombres.

Aunque diversas veces las personas suelen imaginar que tal vez sean naves espaciales, quizá con el fin de evitar cualquier entusiasmo o pánico en la gentelos científicos acabaron simplemente denominándolos como objetos voladores no identificados. Y la verdad es que ovni es un término muy apropiado porque no establece que la cosa sea extraterrestre, sino apenas que uno no puede reconocer lo que es inequívocamente.

Pero al ser humano le gusta el misterio y los sucesos extraños e inexplicables, de modo que es mucho más interesante pensar que un ovni es de hecho una nave venida del espacio, conducida por alienígenas. Sin embargo, si por un lado es posible que haya seres de otras galaxias, porque es arriesgado considerar que en la infinitud del universo solamente exista vida en la Tierra, por otro es complicado certificar que ellos hayan venido aquí.

Ya hubo muchos supuestos avistamientos, con descripciones distintas sobre el vehículo pairando o volando rápidamente y también alusivas a las monumentales marcas dejadas por ellos en el suelo. Si todo es real o solo un engaño del ingenio humano, no hay como asegurarlo. Lo que se intuye es que, aunque no sea muy cómodo creer en ovnis, que los hay, los hay.

Sissi