¡Hola, mis queridos
correveidileanos!
Hasta ahora, el año de
2017 ha sido de muchos acontecimientos mundiales importantes que piden nuestra
reflexión sobre el modo de vivir que hemos elegido hasta hoy en muchos
sentidos, en especial, con respecto al medio ambiente. Mis años de realeza, a lo
largo de la Historia, no me dejan dudas en cuanto al hecho de que muchos de los
cambios meteorológicos que hemos experimentado en los últimos tiempos son fruto
del descuido hacia la naturaleza por la inercia sobre la necesidad de cambio de
nuestras costumbres.
Ejemplos de respuestas “rabiosas”
del planeta Tierra son los acontecimientos más recientes en EE. UU. y el
Caribe, con la destrucción causada por los huracanes IRMA y María. Ya estaba yo
decidida a tratar este tema con vosotros, cuando hubo un segundo sismo de
magnitud 7.1, de proporciones aún no mensurables, pero con ya sabidos 149
muertos en México.
Este último terremoto, ocurrido
solo doce días después de otro temblor en el Sur del país, nos ha dejado a todos, pero en especial aquellos de la comunidad hispanohablante, con el corazón destrozado
por la situación actual en la que se encuentra el país. Por lo tanto, queridos
lectores, para que podáis debatir y discutir sobre estos últimos fenómenos
naturales, aquí ofrezco algunas claves para una correcta redacción de las informaciones
relacionadas con el tema.
Para empezar, es
importante subrayar que tanto sismo
como seísmo son formas apropiadas para nombrar a un terremoto
o sacudida de la tierra. La primera es más común en Hispanoamérica y la segunda
en España. Igualmente, debéis prestar atención, porque: hipocentro y epicentro no
significan lo mismo. Mientras que el primero, también llamado foco
sísmico, es el lugar en
el interior de la corteza terrestre donde tiene origen un sismo; el epicentro
es el punto en la superficie
terrestre —aunque puede estar sumergido— donde el terremoto es más
intenso. Además, puesto que no son hechos o eventos, sino lugares o puntos de
la corteza terrestre, lo apropiado es decir que se localizan, no que ocurren o se
producen.
Con respecto a otros
fenómenos de la naturaleza, como maremoto y tsunami, es esencial mencionar que
estos son dos términos que no conviene confundir, puesto que no son sinónimos. Mientras que un maremoto es un
terremoto cuyo epicentro se localiza en el fondo del mar, un tsunami es la ola gigantesca producida por un
maremoto o por la erupción de un volcán submarino.
A
su vez, la escala de Richter es la que mide la magnitud de un movimiento sísmico,
o sea, la energía que libera (“Una magnitud de 6,5 en la escala de Richter”),
mientras que la escala de Mercalli mide su intensidad, es decir, los efectos que produce (“Una
intensidad de grado VII en la escala de Mercalli”).
Asimismo, es importante apuntar
que el verbo asolar, cuando significa ‘destruir o arrasar’, puede conjugarse de forma regular o irregular,
tal como recoge la Gramática académica. Entonces, se puede conjugar asuelo,
asuelas, asuela, asuelen…, pero también asolo, asolas, asola, asolen…,
siendo esta última la única conjugación apropiada del verbo asolar
cuando se usa con el significado de ‘secar
los campos o causar sequía’.
Tsunamirresistente y
tsunamirresiliente son dos neologismos, que pueden ser útiles en debates y
discusiones sobre este tema. Ellos aluden a la propiedad que tienen algunas
construcciones de ser resistentes a los tsunamis, se escriben en una sola palabra, en redonda y con doble
erre. En sismología, tremor alude a ‘un terremoto
característico de los volcanes que refleja modificaciones en su estado
interno’. Hay que tener en cuenta que se trata de una palabra aguda, es decir,
que en su pronunciación se acentúa la
última sílaba, /tremór/, y que no está justificado pronunciarla como
llana, /trémor/.
Para finalizar, como
última nota sobre este asunto quiero destacar la expresión zona cero,
que alude al área de mayor devastación en un desastre, y que se escribe en minúscula y no necesita cursiva ni comillas.
Con estas informaciones y nuevo vocabulario,
mis queridos lectores, como siempre, ¡espero haberos entretenido!
La Duquesa
Todo nuestro apoyo y solidaridad con los hermanos mexicanos y puertorriqueños que tan duros momentos están pasando tras haber sido golpeados por estos fenómenos de la naturaleza. ¡Mucho ánimo!
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