(Traducción del artículo publicado en el periódico Folha de São Paulo el día 30 de abril de
2016).
José Ramón dejó su
empleo de guardia de seguridad
para hacer el
trayecto del personaje en bicicleta.
Don Quijote quería
ser caballero. José Ramón Gándara, de 32 años, soñaba con ser policía. El joven
español estuvo 6 años preparándose para el examen de acceso a la carrera de
policía, pero, del mismo modo que el personaje cervantino, fracasó en su
intento. Acabó siendo guardia de seguridad en un hospital psiquiátrico de la Comunidad
valenciana de Castellón.
Equilibrándose
entre la locura y la fantasía, Gándara dejó su empleo el año pasado, cuyo
sueldo era de 1400 euros mensuales, para seguir el trayecto hecho por Don
Quijote en el libro del escritor español Miguel de Cervantes -cuyo IV
centenario de su muerte se celebró este año. Si el caballero de la novela
cervantina buscaba aventuras, el ex-guardia buscaba soluciones para sus dudas
existenciales. Después de que Gándara leyese el libro clásico de Cervantes, en
2012, se quedó alucinado con él.
Aquel año viajó por
Castilla La Mancha como un turista común y vio, por primera vez, las ciudades
que sirvieron de escenarios para el libro. "Llevaba El Quijote al trabajo todos los días. Durante la madrugada, en
medio de los gritos de los pacientes del hospital, recordaba mi viaje y cómo
había sido feliz"- dijo el joven. Una vez planeado el
segundo viaje, que sería en 2015, no era suficiente seguir la ruta del caballero:
por eso, en vez de un caballo andante, se llevó su bicicleta. Y en vez de un
casco, forjó su propia armadura de caballero. Algunos días después, empezó su
jornada.
Sus padres, con
quién aún vive, no se sorprendieron con lo que pasó. "Ellos me conocen,
sabían que no cambiaría de idea". Sus colegas de trabajo no lo creían,
"querían ingresarme en el mismo hospital en el que trabajaba"-
recuerda. Pero no hubo manera de sacarle la idea de la cabeza. Partió con el
libro en la mochila, una tienda de campaña y una cámara, con la cual registró
su experiencia -que fue divulgada en "Tras los Pasos del Quijote" en
Facebook y en Instagram (@traslospasosdelquijote).
Durante 5 días
recorrió 250 kilómetros y siete ciudades. "Esperaba llegar a los lugares y
leía los fragmentos donde habían ocurrido las cosas". Cuando vio los
molinos de viento que Don Quijote creía que eran gigantes, Gándara pensó en su
propia ignorancia y en cómo la realidad está camuflada. Allí permaneció
"durante 40 minutos hasta que pudo sacar una bella foto". El Toboso, donde
la musa Dulcinea "esperaba" al hidalgo, fue el último sitio de la
ruta. "Llegué a la cuidad por la noche, como pasó en la escena del libro.
Me senté en una plaza, en frente a la Catedral, y leí el libro durante
horas".
Ante Dulcinea del Toboso |
Formando parte del
53,2% de los jóvenes en paro en España, José afirma que se reencontró a sí
mismo: "Me inscribí en un curso de fotografía. Ya hago trabajos temporales
en fiestas de amigos y excursiones". En junio, revivirá la peregrinación.
La principal duda es si usará la armadura de latón. "Quedó bonita, pero
pasé un calor terrible".
Meron Soda
La verdad es que hay que ser muy valiente para hacer algo así... Sin duda, sus vivencias han tenido que ser increíbles. Las fotos ya reflejan parte de su aventura y de su humor. Gracias, Meron Soda, por hacernos llegar noticias tan interesantes!!
ResponderEliminarEsperamos tener prontamente más noticias sobre las nuevas aventuras de Gándara!
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