Estábamos
en una sesión de coaching y un cliente me dijo:
—Y
es que ahora mi vida ha mejorado en muchos aspectos. Vuelvo a tener amigos,
tengo dinero y la salud ha mejorado considerablemente. Lo que pasa es que
cuando eso lo has tenido de forma natural y, de pronto, un día descubres que ya
no lo tienes, recuperarlo es tan costoso, tan trabajoso, y te preguntas: ¿Cómo
pude mantener el equilibrio antes para que todo esto funcionase? ¿Y por qué
ahora no soy capaz de que esto funcione de nuevo? Es duro, ¿sabes? Muy duro. Y
solo unos pocos de los muchos con los que, inevitablemente, te desahogas pueden
comprenderte. Pero, ¿sabes?, en esos momentos hay algo especial y maravilloso
en tu vida. Son esos momentos en los que te haces preguntas, cuando puedes
optar entre multitud de posibilidades que se abren ante ti, esperando una
elección tuya, y siempre optarás por alguna. Y son en esos momentos en los que
nos preguntamos trascendentalmente esas cosas que pasamos por alto el resto del
tiempo, esos momentos, cuando más cerca estamos de la verdad. Así que pienso
que esos momentos a los que llamamos «malos» son los maestros que más nos
ayudan, porque son de ellos de los que más sacamos. Los momentos buenos son como
las treguas o los indicadores de que estamos haciendo algo bien, algo así como
la recompensa de haber optado por pensamientos-actos positivos.
Yo le
sonreí y supe que todas las sesiones que habíamos tenido habían dado unos
nuevos zapatos a ese cliente que me hablaba, estaba dejando de generar
emociones negativas ante circunstancias de su vida. Estaba aprendiendo a sacar
algo bueno de todo. Ahora empezaba a cosechar lo trabajado.
David Sánchez Florio
Escritor español
@buracnam
Ahora doy sesiones por internet, si quieres contactar
conmigo, puedes hacerlo por:
Facebook: David
Sánchez Florio - Técnico Profesional en Coaching Personal
Correo electrónico: dsanchez.flo@gmail.com
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