Los Panchos nacen como trío en la ciudad mítica de Nueva York, en 1944. Alfredo Bojalil Gil, conocido como “El güero Gil”, y José de Jesús Navarro Moreno, también llamado “Chucho Navarro”, se juntaron al puertorriqueño Herminio Aviles, cuyo nombre artístico era “Hermano Aviles”.
Con sus tres voces, dos guitarras y el requinto ("una guitarra con caja más pequeña y diapasón más largo para lograr un mayor brillo en sus sonidos y mayores posibilidades de digitación al punteo"), una creación del propio Gil, que descubrió después de irse a Colombia y conocer ese instrumento (una guitarra colombiana). Gracias a su mucho trabajo, Gil la convirtió en el requinto que, desde ese momento, pasó a acompañar a todos los tríos mexicanos de bolero.
El requinto
Lo que todos conocían hasta ese momento era única voz solista, por lo que nadie imaginaba una formación con tres voces y un requinto. Algo nuevo que enseguida llamó la atención de los amantes del bolero que pasaron a oír las canciones de Los Panchos (nombre de la agrupación mexicana) siempre a tres voces, con las guitarras y el requinto de Gil que ha marcado para siempre el romanticismo y la manera con la que los cantantes interpretaban sus canciones cargadas de sentimientos y emociones. Los tríos pasaban meses en las giras por varios países y sus obras se sometían a incontables traducciones a muchos idiomas para que se comprendiesen sus boleros.
Hoy tuve que elegir solamente una canción, aunque el trío de Los Panchos ha
grabado muchísimas canciones bellas. “Caminemos” es una de tantas que compuso un brasileño, Herivelto Martins, en
1947 (según Gustavo Leal Benavides),
y que luego, un año después, Gil se la tradujo al español, lo que consolidó la
carrera del trío como uno de los mejores de la época.
Zorro
"Caminemos"
No,
ya no debo pensar que te amé,
es preferible olvidar que sufrí.
No, no concibo que todo acabó,
que este sueño de amor terminó,
que la vida nos separó, sin querer.
Caminemos, tal vez nos veremos después.
Esta es la ruta que estaba marcada,
sigo insistiendo en tu amor
que se perdió en la nada,
y vivo caminando
sin saber dónde llegar
tal vez caminando
la vida nos vuelva a juntar.
No, no, no...
No, ya no debo pensar que te amé,
es preferible olvidar que sufrí.
No, no concibo que todo acabó,
que este sueño de amor terminó,
que la vida nos separó, sin querer.
Caminemos, tal vez nos veremos después.
Herivelto Martins
Letra en español: Alfredo Gil, 1948
Un clásico!! "Los Panchos" siempre serán inolvidables... Gracias, Zorro, por traerlos de vuelta.
ResponderEliminarPrácticamente un siglo de romanticismo "Los Panchos" para siempre...Gracias, Marta, por tu comentario
ResponderEliminarBonita canción!!
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