En el próximo día 23 de abril de 2016 se celebra el IV Centenario de la muerte del escritor español más universal. Al morir,
Miguel de Cervantes contaba con 69 años y seis dientes en la boca, como así
reza uno de sus prólogos a las famosas Novelas
ejemplares.
Cervantes es mundialmente
conocido por su obra El ingenioso hidalgo
Don Quijote de La Mancha. Este épico que es el precursor del moderno género
de la novela, fue traducido a todos los idiomas escritos. Incluso debe
mencionarse que, El Quijote, desde su
primera edición (hace ya más de cuatrocientos años), es el segundo libro más
publicado de la Historia, ocupando tan solo La
Biblia el primer lugar.
En un evento ocurrido en
2002, en el Club del Libro de Noruega, Don
Quijote de La Mancha fue elegida como la mejor obra de ficción de todos los
tiempos. Este honra le fue otorgada por una Comisión de cien escritores
notables, de entre cincuenta y cuatro naciones diferentes.
Volviendo
a Cervantes, observamos que las primeras obras literarias, las cuales se
aprovecharon de la invención de la prensa de Gutenberg, fueron los personajes clásicos
de la Caballería andante, tales como: Amadís de Gaula, Orlando Furioso, Palmerín
de Ingalaterra o de Oliva. El paso del tiempo resultó en una multitud de
publicaciones de obras copiadas o adaptadas de estos clásicos, pero con enredos
estúpidos y absolutamente fantásticos.
Cervantes vivía agobiado con la costumbre de que las personas leyesen estos libros de tan baja calidad. Así que decidió escribir una parodia ácida e impiedosa, como señal de protesta contra la situación reinante. Nacía así El Quijote (1605).
Cervantes vivía agobiado con la costumbre de que las personas leyesen estos libros de tan baja calidad. Así que decidió escribir una parodia ácida e impiedosa, como señal de protesta contra la situación reinante. Nacía así El Quijote (1605).
Cualquier encuesta que se haga, con el objetivo de definir al personaje de Don Quijote, seguramente que oiremos: “Ingenuo”, “idealista”, “soñador” y “loco”. ¡Qué curioso! ¿No son estas mismas palabras las que solemos usar para rotular a las personas que piensan o actúan de manera diferente de lo que está considerado como normal? Entonces, ¿cómo explicar el carisma de lo más universal de estos personajes? Me atrevo a afirmar que la inmensa popularidad del “Caballero de la Triste Figura” reside en que Don Quijote nos retrata a todos nosotros. Sí, Don Quijote es la más fiel representación de la esencia humana en toda su grandiosidad e incongruencia.
La
unión de un hidalgo decadente, de cuerpo aliquebrado y un corazón impetuoso,
con un hombre de pueblo, gordo, bonachón y de cabeza ajuiciada, permitió la
construcción de una amistad inquebrantable, casi una complicidad. Aquí despunta,
una vez más, la genialidad de Cervantes. Los infinitos contrastes entre Don
Quijote y Sancho Panza proporcionan inúmeras situaciones cómicas, que son el
hilo conductor de la mayor parte de esta novela. A ejemplo del caballero y de su
fiel escudero, la amistad y la comedia, a veces un tanto trágica o amarga, son
características presentes en nuestro vivir.
El episodio más plástico y visual del libro es el ataque frustrado contra los molinos de viento, a los cuales toma por gigantes. No obstante, se representa un carácter profundamente alegórico, ¿Quién en su sano juicio es capaz de garantizar que a lo largo de su vida no combatió algún que otro Molino de viento? ¿Quién no luchó nunca en una batalla perdida de antemano? Hay que añadir a esto la determinación de, después de cada derrota, ponerse en pie y partir en busca de nuevos desafíos, exactamente como nos enseña este galante caballero.
La
biografía de Cervantes y las aventuras de Don Quijote tienen algunos puntos en común.
¿Una concesión poética del autor para con el personaje? ¿Una
demostración de reconocimiento de su creador ante la criatura? Sea como fuere, queda
patente el inconformismo de Don Quijote ante la situación de los prisioneros
(los galeotes), que es posible que tenga raíces en la desafortunada ocasión en la
que el escritor alcalaíno estuvo cautivo durante más
de cinco años.
Desde el inicio del libro, el personaje de Don Quijote se mantiene fiel a sus principios. Jamás otorga un privilegia a una inclinación personal suya ante su deber social y moral. En su último combate es derrotado por el Caballero de la Blanca Luna. Como había sido previamente acordado, el perdedor debería retirarse por un año de la vida caballeresca y admitir que su dama no era la más hermosa. Don Quijote, con la lanza del Caballero de la Blanca Luna en su cuello promete retirarse, no obstante ruega morir puesto que no puede abjurar de sus sentimientos por la señora de sus pensamientos, Dulcinea del Toboso. Bravura y valentía son trazos notables de los humanos, ¿no?
Desde el inicio del libro, el personaje de Don Quijote se mantiene fiel a sus principios. Jamás otorga un privilegia a una inclinación personal suya ante su deber social y moral. En su último combate es derrotado por el Caballero de la Blanca Luna. Como había sido previamente acordado, el perdedor debería retirarse por un año de la vida caballeresca y admitir que su dama no era la más hermosa. Don Quijote, con la lanza del Caballero de la Blanca Luna en su cuello promete retirarse, no obstante ruega morir puesto que no puede abjurar de sus sentimientos por la señora de sus pensamientos, Dulcinea del Toboso. Bravura y valentía son trazos notables de los humanos, ¿no?
Sin embargo, Miguel de Cervantes fue traicionado por su propia genialidad y su talento. Un personaje que debería haber sido sinónimo de anacronismo, la más perfecta traducción de un derrotado, la emblemática figura de un marginal, se convierte en el héroe de todos los pueblos. Esto no es debido a la condición de héroe, sino a la omnipresente aura humana de Don Quijote.
El
legado de Don Quijote, conocido como El Caballero de la Triste Figura o también
llamado Caballero de los Leones, continúa tan actual hoy como lo estuvo cuatro
siglos atrás. El honor, el carácter y la lucha por todo lo que es
digno y ético son, a ejemplo de Miguel de Cervantes y de Don Quijote, valores atemporales
y eternos.
Pepe Cocodrilo
Excelente texto para seguir profundizando en cuestiones cervantinas. Gracias, Pepe Cocodrilo.
ResponderEliminarPizpireta, buenos días.
EliminarGracias por tus palabras y, gracias a Prof. Marta pela inmensa ayuda.
La profa. Marta también te agradece, Pepe Cocodrilo, que seas tan valiente y escribas sobre Miguel de Cervantes, algo que no es nada fácil tras 400 años de cosas dichas...
ResponderEliminarQuerida Marta, buenas tardes.
ResponderEliminarA ejemplo de Don Quijote, no sé huir a un desafío.
Gracias te doy por tu confianza y por el honroso convite para que yo escribiera acerca
del genial Miguel de Cervantes y su obra inmortal.
Beso cariñoso.