Este capítulo trae
poca reflexión sobre el anterior, que narró el juicio de Roberta contra su exnovio, excepto por el hijo más joven de los Peralta, aquel que fue testigo contra su
propio hermano para defender a la chica que fue violada. Despreciado por su
familia, salió de su hogar y está en la plaza de Sevilla trabajando como
fotógrafo, para ganar dinero y sobrevivir. Pero la narrativa principal
concentra su atención ahora en Ángela, la profesora que está enamorada de una
pintora, madre de una de sus alumnas.
Los momentos de
ensueño se volvieron una pesadilla para las amantes. La hija de la artista flagró
un encuentro amoroso entre su madre y su profesora. Frente a esta situación
crítica, Ángela tiene miedo de que su relación secreta se descubra y pueda perder todo lo que ha conquistado: su familia, su trabajo, su imagen ante
la sociedad. Por esta razón, rompe con su amante para quedarse con su
familia de modo definitivo.
No obstante, entra en
una crisis existencial (¡Otra vez!) y, de repente, le cuenta a su marido
que le ha traicionado con una mujer. Por supuesto que él se indigna con el
hecho y se va de casa con sus hijos. Al principio, parece un acto machista,
pero no. Su frustración se fundamenta en la relación entre parejas y los
papeles que cada uno ejerce en el hogar. El esposo se ha mostrado cariñoso,
amable, cooperativo, puesto que cuidaba de la casa y de los hijos para que Ángela
pudiera trabajar y desarrollar su carrera de maestra. La apoyó siempre y también la
respetó como mujer, madre y profesional. Obviamente, no tendría un
comportamiento diferente. Ángela, a su vez, eligió un camino de sufrimiento, su
via crucis, por separarse de su amante, su marido e hijos.
La verdad, a veces, tiene
que vestirse con un tenue tejido que la oculte de manera parcial. Se debe revelar
parte de un todo para que no provoque daño, tanto a aquel que la divulga como
otro al que la recibe. La paz y la armonía de un hogar pueden ser más
importantes que la transparencia que llevaría a la oscuridad de la
desesperación y destrucción de los sentimientos que unen a las personas.
Cervantito, El Perro
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