AUTORRETRATO DE UN APASIONADO
“Hay quienes se enamoran de las personas. Hay otros
que dirigen sus suspiros a amistades, la familia o mascotas. Mi caso no se
encaja en ninguno de estos… sería, digamos, un poco más exótico, ya que lo que
considero el combustible para mi vida tiene nombre y nacionalidad: Nacional de
Uruguay.
Durante años el grito que venía de la garganta de
los hinchas de este equipo de fútbol guió mis pasos en la búsqueda incesante de
victorias, récords y logros que, después de cierto tiempo, se confundían como
objetivos profesionales y, aún más, sueños personales que se hacían realidad.
Lo que pasa es que cuando un campeón, acostumbrado a
ser animado por dominar con maestría el desempeño de sus actividades, empieza a
perder su brillo, aunque su amor y devoción por el equipo sean inmortales, los
intereses financieros pasan a hablar más alto. Puedo sentir que el final de
esta verdadera historia de amor, por qué no decirlo, está cerca, al igual que
el final de la historia de vida de este que os escribe estas líneas.
No puedo soportar la idea de que lo que me encanta
hacer ya no está a la altura de lo que se merece mi equipo de corazón. Sufro
por esto, por la idea de que se interrumpa mi historia con el Nacional, por el
hecho de que ya no tenga fuerza suficiente para luchar contra esta caída
inminente. Solo espero que nuestras historias permanezcan entrelazadas, incluso
en planos distintos al terrenal”.
Juliana de Almeida Sarti
[Este ejercicio ha sido fruto de la actividad que propone el libro Pasaporte B2. Editorial Edelsa]
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