La agrupación Los tres ases tuvo su inicio en la
década de los 50 y, como era costumbre en la época, para formar un buen trío
mexicano había que buscar a los grandes músicos que ya habían formado parte de
otros grupos musicales. Así que se juntaron Juan Neri (primera voz y requinto),
aunque era algo raro en los tríos el uso de este instrumento porque el requinto
es muy difícil de tocar, Héctor González Pineda (segunda voz y guitarra) y Marco
Antonio Muñiz (tercera voz, guitarra y solos).
Aunque esos músicos
ejecutaran con maestría los instrumentos y sus voces, eso no era suficiente,
por lo que durante los primeros años de su formación, inexplicablemente, no
alcanzaron el éxito. Con todo, grabaron seis canciones en 1953; cuatro en 1954
y tres más en 1955. En consecuencia, a partir de 1956, la trayectoria del trío
empezó a cambiar, de manera que se volvió conocido en todo México.
La altísima calidad
de sus voces y la manera diferente que tenía Juan Neri tocar el requinto,
sumándole a esto que Neri era la primera voz, la interpretación del trío se
parecía más a un cuarteto de voces; encima, Marco Antonio Muñiz antes de formar
parte de este trío ya poseía experiencia de grupos musicales previos, algo que les
posibilitó ser los protagonistas de la época de oro del bolero.
Cuando todo iba
viento en popa, Marco Antonio Muñiz decidió salir del trío en 1960 para empezar
una nueva carrera en solitario. Por esta razón, Héctor González invitó a Daniel
Cabrera “Gasparin” a que se incorporó al trío como tercera voz, lo que no cambió
el estilo del trío porque “Gasparin” era un gran guitarrista.
Por otra parte, lo
que impactó al trío fue lo que ocurrió en 1964, cuando se retiró de la
agrupación Juan Neri para formar su propio trío. Asimismo, Héctor González
siguió al frente del trío de Los tres
Ases, buscando nuevos músicos. Por consiguiente, fue el que mantuvo la
calidad del grupo, que se presentaba siempre interpretando canciones que consagraron
a muchos de los tríos mexicanos: “Contigo en la distancia”, “La enramada”,
“Estoy perdido” o “Sabor a mí”, entre
otras.
Lamentablemente, en
agosto de 2009, Héctor González Pineda falleció, así que para recordar a ese
gran trío seleccioné una canción que se titula “Contigo en la distancia”, un
tema que fue compuesto por César Portillo de La Luz.
¡Espero que la disfrutéis!
Jorge Martins de Almeida
“Contigo en la distancia”
(César
Portillo de La Luz)
No existe un momento del día
en que pueda apartarme de mí,
el mundo parece distinto
cuando no estás junto a mí.
en que pueda apartarme de mí,
el mundo parece distinto
cuando no estás junto a mí.
No hay bella melodía
en que no surjas tú,
ni yo quiero escucharla
si no la escuchas tú.
en que no surjas tú,
ni yo quiero escucharla
si no la escuchas tú.
Es que te has convertido
en parte de mi alma,
ya nada me conforma
si no estás tú también.
en parte de mi alma,
ya nada me conforma
si no estás tú también.
Más allá de tus labios
del sol y las estrellas,
contigo en la distancia
amada mía, estoy.
del sol y las estrellas,
contigo en la distancia
amada mía, estoy.
Es que te has convertido
en parte de mi alma,
ya nada me conforma
si no estás tú también.
ya nada me conforma
si no estás tú también.
Más allá de tus labios
del sol y las estrellas,
contigo en la distancia
amada mía, estoy.
del sol y las estrellas,
contigo en la distancia
amada mía, estoy.
Fuente consultada:
Muchas gracias Héctor González Pineda por tan bellas interpretaciones. Grandioso.
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