Snake y yo - Marcelo, Joel, Érika, Mikael y Mape |
Cuando
decidí irme a Montevideo para conocer la ciudad, mi principal
objetivo era ir al Festival QuéLocura,
donde mi grupo de rock en español favorito, Snake,
iba a tocar. Nunca podría imaginar lo que luego pasaría, el momento
que se ha convertido en uno de los más espectaculares de mi vida.
Lalo y yo |
Hace
algunos meses, un amigo me enseñó algunos grupos de Uruguay para la
sección “Musiclicando” de este blog. Aunque me había presentado
muy buenas canciones, la canción Magnéticos
me llamó tanto la atención que la busqué en Spotify y, desde
entonces, el álbum recopilatorio - homónimo - es lo que más he
escuchado. Las letras de las que me acuerdo de memoria, las melodías,
el ritmo, la voz, los solos de guitarra... todo me involucra de tal
manera que no sé explicar la sensación agradable que eso me produce
(después descubrí, con Lalo Keoroglian, uno de los fundadores del
grupo, que este es el origen del nombre Snake
– el sentir algo con la piel).
Les
había enviado un mensaje por Facebook y charlé con Mikael Boudakian, el bajista, sobre la posibilidad de
venir a Brasil (sería excelente si ellos abriesen el concierto de
Aerosmith
en el Festival Rock in Rio, como lo habían hecho en Uruguay, en
2013). Estaba esperando novedades sobre el nuevo álbum, cuando
apareció un post sobre este concierto en Montevideo... Entonces
pensé: “Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma”.
Cuando
ya había comprado los billetes, le pregunté a Boudakian si sería
posible conocerlos o sacarnos alguna foto durante el evento, que era
a beneficio del equipo de fútbol de sillas motorizadas de Uruguay.
Él me contestó que sí, sin embargo, no tenía ni idea de que esta
experiencia sería algo de cine.
Llegué
a Las Duranas, un Teatro de Verano, cerca de las 6 de la tarde,
cuando todavía había poca gente. También esta era la primera vez
que me iba a un concierto sola, en un país desconocido, sin saber lo
que me esperaría. Como era una noche de mucho frío, me senté cerca
de un calentador de calle. Mientras esperaba el concierto final -
antes de Snake
tocaron Stampa,
Rude
Mood,
Frankie Lampariello (ex-HereFord)
y Boomerang,
sacaba algunas fotos y grababa algunos vídeos. Cuando vi a Mikael
bajar del escenario, subí para la entrada del teatro para buscar a
alguien del grupo, y encontré a Marcelo Fontanini, el cantante. Me
presenté y empezamos a charlar sobre música, sobre mi ida a
Montevideo, sobre un montón de cosas. Entonces él me
invitó a quedarme con ellos en un local debajo del escenario, donde
pude conocer a los demás integrantes del grupo – Mape Bossio (el
baterista) y Joel Capdeville (el guitarrista), además de otros
músicos de los demás grupos. Todos se quedaban espantados cuando
los chicos de Snake
les decían que yo había ido desde São Paulo a Montevideo para el concierto y tuve que repetir esta historia
algunas veces.
Snake y Frankie Lampariello |
Gonzalo Zipitria (Boomerang) y yo |
En
general, nosotros, los fanes de artistas, siempre pensamos en
nuestros ídolos como dioses del Olimpo, inaccesibles para los meros
mortales, lejanos a nuestra realidad. Sin embargo, lo más increíble
es que todos fueron fantásticos, muy amables y hablaron durante
mucho tiempo conmigo de música, de Brasil, sobre cómo yo había
conocido a Snake
y a otros grupos uruguayos, de sus experiencias viajando a Brasil.
El álbum "Magnéticos" firmado |
En
un dado momento, me preguntaron sobre mis canciones favoritas, las
cuales fueron elegidas para el repertorio del concierto - Mikael las
iba escribiendo mientras charlábamos (“Dinosaurio”, “Cómodo”,
“Mordiendo la ciudad”, “Magnéticos”, “Fríos los
reptiles”, “Ataque de pánico”, etc.). Me saqué varias fotos
con ellos y los dejé a solas para que se preparasen para el
concierto... pero cuando me regalaron mi álbum favorito, confieso
que no me aguanté y les pedí a todos que me lo firmasen.
Snake en vivo |
Cuando
empezó el concierto, no sabía muy bien qué hacer: si sacar fotos,
grabar aquel momento, o solamente aprovechar aquel instante para
bailar y cantar. Creo que durante mis canciones favoritas me olvidé
de grabar cualquier cosa, pero tengo algunos registros históricos
para comprobar que realmente viví esta experiencia.
Antes de que empezasen a tocar la canción titulada “Magnéticos”,
ellos hicieron una dedicatoria especial: a una persona que había ido
desde Argentina y a mí, que fui desde Brasil, para verlos. Me quedé
flipada, puesto que eso… ¡Fue sensacional!
Una
pena que el concierto fuera tan corto, aunque, eso sí, muy intenso
(Si me hubieran consultado antes, ¡les habría pedido 3h de música!). Me despedí de ellos dándoles las gracias por una noche
maravillosa y diciéndoles que todavía volvería para un concierto completo.
¿Sabes
qué te digo sobre esta experiencia? No esperes que tus sueños
caigan en tus manos, ¡búscalos! Como dice la canción de Snake:
“Ya no hay tiempo para estar perdiendo”.
Érika
W. O. Fernandes
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