“Cinco años de felicidad… y de gratitud”

Sin lugar a dudas, para todos los que formamos la maravillosa familia del blog Correveidile, este mes celebramos algo muy especial: sumamos un año más de letras a los cuatro que ya tenemos el placer de mantener, desde que iniciamos esta aventura allá por el 2015. Pero además, hoy estrenamos una nueva cara, gracias al talento del magnífico artista brasileño Nur Wagner, que nos acompaña desde hace varios años ya.

La verdad es que pocas palabras podrían resumir este año, pero creo que no me equivoco al afirmar que, para casi todos los componentes del blog, la que destaca sobre muchas otras es GRATITUD. Dar las gracias en primer lugar a quien, día a día y así mes a mes, araña tiempo de su vida para compartir alguna experiencia interesante, una aventura inolvidable, lecturas mágicas y, claro está, su amor por el constante aprendizaje del español.

Correveidile es una palabra que viaja de boca en boca –o de sueño en sueño, como a mí me gusta imaginar- y llega hasta esta plataforma para poner de manifiesto que, de todo, siempre se saca una gran lección de vida. Tanta pasión como ha sido entregada en este espacio virtual le ha otorgado, a un medio distante como este, la capacidad de unirnos, admirarnos y querernos por encima de todo. Luchamos por mantener un ideal de respeto, aunque como decía la vieja canción, hoy sí que son “malos tiempos para la lírica”, pero eso nunca nos ha dado miedo ni ha permitido que nos rindamos.

Palabras, palabras, palabras… a modo de epílogo, despedimos un momento de cambio para abrazarnos con fuerza al hoy, para seguir con la ilusión de aquellos que saben que los que les entregan un regalo iluminan más que un acto de dar, es el eterno descubrir. Y así somos nosotros, seres emocionados abriendo el gran regalo de la vida: ¡Y en esta ocasión es nada más ni nada menos que un nuevo año! Así que no podríamos pedir más, pero tampoco quisiéramos atesorar menos, con esas más de 270 mil miradas hacia nuestra estrella particular.

Aquella gratitud que mencionaba unas líneas antes, se multiplica gracias a muchos nombres, de gente maravillosa que trabaja desde Brasil para cualquier rincón del planeta que quiera leer y también de seres generosos que crean desde muchas latitudes para enriquecernos aquí. Dicho lo cual, hoy nos cabe a todos levantar una copa del líquido que más nos apetezca, para así brindar por todos los que ya se (re)conocen como correveidileanos y que han sembrado en este espacio parte de su camino. ¡Estoy muy orgullosa de todos!

Marta Pérez Rodríguez

(Hoy firmo con el permiso 

de todo el equipo que me rodea)