Capítulo 10: “Refugiado en el Tiempo”
Crítica por Alexsandro Macedo Silva
¡El Ministerio del
Tiempo está un caos! Hay una sospecha de que van a matar a Simón Bolívar en
1828. En Madrid aparecen los moriscos que fueron expulsados de España por Felipe III. Incluso, había un intruso en
este grupo –un hombre con unas bombas. Sí, su intención era cometer un atentado
terrorista, destruyendo así el Ministerio.
¡Vale! No os
preocupéis porque Lola ha salvado a todos. Por supuesto que nuestra nueva
heroína exterminó la amenaza del terror. Con una maestría propia de ella, sacó su arma
y … ¡Listo! El rebelde cayó sobre el suelo frío antes de accionar el
dispositivo para activar la bomba. ¡Qué miedo!, ¡Qué tensión! Un problema ha
sido resuelto, pero hay dos más…
Los moriscos eran los
musulmanes recién convertidos al cristianismo, después de que los Reyes Católicos expulsaran a los últimos que estaban en Granada. Gracias a su conversión,
pudieron quedarse en la Península Ibérica. Sin embargo, con el recelo de que
haya otra invasión de los Otomanos, el rey Felipe III los expulsó a todos para
mantener la paz y la tranquilidad de su reinado. Claro que la expulsión no fue
serena, sino con muchas muertes y violencia. Pero no estaban en el año
2017 por esta razón. Fueron guiados por el terrorista que quería infiltrarse
en el Ministerio sin ser visto. Todos están enfermos y no pueden volver a su
tiempo de origen. Otro obstáculo brota en este escenario: cómo manejar el
retorno de los moriscos sin ocasionar su exterminio. Salvador les propone a
Ernesto y a Lola que negocien su regreso por medio de un acuerdo de paz.
Preponderantemente, Felipe III recusa la propuesta de los enviados por el
Ministerio. No obstante, el destino trajo la solución: su hijo estaba enfermo y
los médicos de su reino no tuvieron éxito a la hora de sanarle el mal que poseía su
cuerpo. Bien, aquí termino mi narración sobre este caso, porque tenéis que ver
el capítulo para satisfacer vuestra curiosidad. Sigamos con el tercer problema
– Simón Bolívar.
Volvemos a 1828, al continente americano, donde Simón Bolívar se organiza para independizar las
colonias americanas de España. Alonso y Pacino tienen la misión de protegerlo
contra cualquier amenaza. Por supuesto que lo hacen y muy bien… Pero, Alonso,
una vez más, es el protagonista del capítulo. Casi pone la misión en riesgo con
su comportamiento patriota y el honor de los soldados del siglo XVI. Es un
viejo, como dijo Pacino, ¡por supuesto! Si no fuese así, no sería Alonso. Me
gustaría narrar las escenas cómicas de Alonso y Pacino, pero no lo haré, para
que podáis verlas y disfrutarlas. Una cosa es cierta, que no vais a
lamentaros, ni tan siquiera de los diálogos entre los dos amigos, son
buenísimos.
En este capítulo
conocemos quién es el jefe de los ángeles exterminadores y descubrimos que hay
un hombre inmortal. ¿Habrá sido un ángel o un demonio? Tenemos que ver el
próximo capítulo… ¡Ah!, antes de que partáis, os adelanto: Marta ha despertado
y no ha reconocido a Pacino. ¿Qué le habrá pasado? A ver…
No hay comentarios:
Publicar un comentario