Este
mes de abril el Blog Correveidile presta un homenaje a José Alberto García
Gallo, conocido artísticamente como Alberto Cortez, que falleció el pasado 4 de
abril de 2019, en Madrid (España). El cantante, compositor y poeta argentino nació el 11 de marzo de 1940, en Rancul, Provincia de La Pampa, Argentina. A lo
largo de su trayectoria musical ha grabado más de 40 discos con temas muy
conocidos por el público, como “En un rincón del alma”, “Cuando un amigo se va”,
“Callejero”, “Mi árbol y yo” y “A partir de mañana”.
Cuando
Cortez tenía 12 años empezó a componer sus primeras canciones, como “Un
cigarrillo, la lluvia y tú”. Por lo que sigue, en los años 50 se unió a la orquesta Arizona como cantante y
por eso pasó a ser conocido en aquella región como “Chiquito García”. En esa
misma década, Cortez empezó a estudiar Derecho y Ciencias Sociales en la universidad, así que para mantenerse económicamente se presentaba con su guitarra para
las camareras y sus clientes.
En el año 1958 fue contratado por la orquesta de Jazz San Francisco, como vocalista, lo que culminó con una gira por
Argentina. A partir de ahí, el nombre de Alberto Cortez (con zeta su apellido) pasó a ser muy conocido,
por eso empezó a dedicarse únicamente a la música. Como consecuencia,
firmó un contrato de seis meses con el grupo de Hugo Díaz y juntos se fueron a Europa. Ya en Génova, Cortez formó parte del Argentine
International Ballet and Show, donde el productor Willy Van de
Steen se sorprendió con su voz y le invitó a grabar su primer disco Sucu Sucu para la firma Moonglow Records.
En
Los Ángeles, junto con Ernie Freeman, grabó “Renata”, una canción que él mismo compuso. En Francia
permaneció durante tres meses para aprender francés, de tal modo que pudiera grabar la canción “La
escalera” en esa lengua. En 1967, lanzó el disco El compositor, el cantante, con temas como “Cuando un amigo se va”, “El abuelo” y “Hay un Madrid”. En 1972,
ganó su primer Disco de oro por el tema “Mi
árbol y yo”; así como también el Heraldo de México y el Micrófono de oro, organizado
por la Asociación de comunicadores de México.
Asimismo, con Facundo Cabral, empezó a presentar un espectáculo llamado “Lo Cortez no quita lo Cabral”. En
seguida lanzó un nuevo trabajo por Azteca
Music, titulado Cortez desnudo, con
informaciones relevantes, o sea, la explicación de cómo y por qué fueron
compuestas cada una de las canciones. En 1988, sus canciones “Cuando un amigo se va”, “Alfonsina
y el mar” y “Gracias a la vida” fueron elegidas las tres mejores canciones
en castellano del siglo XX, según una encuesta realizada por el periódico Líder
de Chile.
Durante los
años siguientes, Cortez grabó varios trabajos: en 2001, En un rincón del alma; en 2002, Después del amor; Alberto Cortez Sinfónico, con la Orquesta Sinfónica de Houston; en 2005, Identidad (distribuido en todo el mundo por Emi Music); en 2007, Alberto Cortez acústico, con gran espectáculo en el teatro Nacional de Buenos Aires. Ese mismo año, Cortez recibió un Grammy a la Excelencia musical.
En
su larga carrera, Alberto Cortez realizó trabajos al lado de grandes artistas,
como Facundo Cabral, Mercedes Sosa, Ricardo Arjona, Estela Raval o María Dolores
Pradera, entre muchos otros. En definitiva, el 4 de abril de
2019, el romanticismo perdió a uno de sus mayores representantes, Alberto Cortez, pero dejó un legado que es su gran obra musical, para que los amantes y todos los
románticos sigan disfrutando con sus lindas canciones. Para esta ocasión, seleccioné
una canción compuesta e interpretada por él mismo, que se titula “Cuando un
amigo se va”.
¡Espero
que la disfrutéis!
Jorge Martins de Almeida
“Cuando un amigo se va”
Cuando
un amigo se va,
queda
un espacio vacío,
que
no lo puede llenar,
la
llegada de otro amigo.
Cuando
un amigo se va,
queda
un tizón encendido,
que
no se puede apagar
ni
con las aguas de un río.
Cuando
un amigo se va,
una
estrella se ha perdido,
la
que ilumina el lugar,
donde
hay un niño dormido.
Cuando
un amigo se va,
se
detienen los caminos,
y se
empieza a revelar,
el
duende manso del vino.
Cuando
un amigo se va
galopando
su destino,
empieza
el alma a vibrar
porque
se llena de frío.
Cuando
un amigo se va
galopando
su destino,
empieza
el alma a vibrar
porque
se llena de frío.
Cuando
un amigo se va
se
queda un árbol caído,
él ya no vuelve a brotar
porque
el viento lo ha vencido.
Cuando
un amigo se va
queda
un espacio vacío,
que
no puede llenar
la
llegada de otro amigo.
Fuentes consultadas:
Una canción fuerte y una voz marcante.
ResponderEliminarTienes razón, Ademir, Alberto Cortez jamás será olvidado por los amantes del romanticismo en todo el mundo. "El gran cantautor de las cosas simples" ha dejado un gran legado...Gracias, Ademir por tu comentario.
ResponderEliminarYo recuerdo que mi madre lo escuchaba cuando yo era una niña. Sin duda, ¡Una triste pérdida humana! Pero siempre nos quedará su voz, tan especial...
ResponderEliminarEs verdad, Marta, la voz de Alberto Cortez es muy especial...
ResponderEliminarUma verdadeira ode à amizade!
ResponderEliminar