¡Hola, mis queridos correveidileanos!
¿Cómo estáis? ¡Espero que bien! Inspirada por el mes
en el cual se celebra la independencia de Brasil, he decidido que en septiembre
debería proponer algo distinto para mi columna, contaros un poco sobre la
historia de España, en especial, sobre un período y un personaje de fundamental
importancia para que la democracia volviera a encontrar espacio en territorio español,
después de muchos años de una durísima dictadura. Para eso, os dejo una sugerencia
de película de personaje histórico muy interesante, estoy segura de que os
engancharéis a ella para saber más sobre este período de transición y este
hombre, que era tan inteligente como ambicioso. Aquí sigue un resumen de mis
impresiones sobre la vida de este político tan particular.
Tras diversas negociaciones
multilaterales (los llamados ”Pactos de la Moncloa”), consiguió que se aprobara
en referéndum, celebrado en 1978, una Constitución mediante la cual el país
pasaría a constituirse como monarquía parlamentaria. Sin embargo, aunque había dejado la presidencia, le debían dar las gracias
la monarquía, el partido comunista, la derecha, la izquierda y el movimiento
feminista, en especial, por la ley del divorcio. Su imagen estaba muy
desgastada y fue muy criticado e incomprendido durante ese período de tantos cambios.
Su inteligencia y su capacidad de mirar más allá
seguramente fueron cualidades que le llevaron a la presidencia española, cumbre
de su trayectoria impecable como figura pública. La película deja claros tanto su
carácter obstinado como su naturaleza ambiciosa, cuando desde muy joven expone de
manera explícita sus pretensiones políticas. No menos importante fue el rol de
Amparo, su mujer, quien se dispuso como su compañera y estuvo a su lado para lo
que necesitara en todos los momentos de su vida. Queda claro que, sin ella, su
carrera política no habría sido posible, tampoco tan exitosa como lo fue.
Pero no nos olvidemos de que la adicción al poder
también ha dominado a Adolfo, que no supo oír a Carmen Rivera, quien le intentaba
explicar, de modo muy directo, que él tendría que ceder espacio a otras figuras
políticas para que la democracia se consolidara en España, una vez que lo
vinculaban al franquismo y al falangismo, aunque él insistiera en no serlo. Esa, incluso, parece que fue la causa del alejamiento entre ellos, de quienes mucho
se dijo sobre la existencia de una presunta relación amorosa.
Con seguridad, al final, lo que se sabe de Adolfo es
que, con mucha sabiduría, al inicio de los años 80 comprendió que su papel ya
se había cumplido en la Historia política de España y que era el momento de
retirarse del poder, por lo que en 1982 dimite como presidente del gobierno para
que, así, don Juan Carlos I asumiera como rey. Este indiscutible líder político,
que tuvo un rol importante incluso en aquel 23 febrero, cuando se produjo el
golpe militar, sin duda ha dejado su marca en la historia española. Por otro
lado, lo que jamás sabremos es si esta ambición –que le ha alejado de la convivencia
familiar, en especial de su mujer e hijos– estaba solo motivada por una
preocupación esencialmente con el colectivo social o también lo hacía por saciar
su vanidad personal.
Espero, como siempre, haberos entretenido y, además, que estos sencillos comentarios sobre la película Adolfo Suárez: La historia os animen a estar siempre enterados sobre los hechos más relevantes de vuestro país.
La Duquesa
Duquesa, qué bueno! Volver a ler sus comentarios!
ResponderEliminarMi querido amigo Jorge, que bueno volver a encontrarte aunque sea virtualmente! Echo de menos nuestras clases, a ti y nuestros compañeros! Un abrazo grande a ti y tu familia!!
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