Plantas...
Menta Poleo
Uno de los recuerdos más dulces y agradables de mi infancia es cuando mi madre nos hacía, a mi hermano y a mí, un té de poleo. Nunca lo había asociado a ninguna enfermedad que pudiéramos tener, aunque en general los tés sean dados a los niños para producir algún efecto terapéutico. Para mí, lo más importante era sentir su olor característico, con el dulzor del azúcar quemado, que solo mi madre podía hacerlo tan bien. Ahora, siendo ya una adulta, es cuando he descubierto el poder de sus propiedades medicinales, que incluso son conocidas desde hace muchos siglos por los pueblos de Asia y del Mediterráneo.
El poleo es una planta encontrada en diversas regiones de Brasil, aunque, en general, se reproduce muy bien en suelos alcalinos y húmedos de los jardines, en climas amenos, con mucha claridad, pero sin recibir los rayos del sol. Infelizmente, nunca he logrado mantener viva mi querida planta en mis maceteros.
Su nombre científico es Mentha pulegium, o sea, es un género de Mentha de la familia de las Lamiaceae (así como otras hierbas muy conocidas por la gente y que son utilizadas para la cocina o como fármacos).
Para el consumo, se utiliza toda la planta: las hojas, los tallos, las ramas y las flores. El uso interno es hecho por medio de tés, mientras que el uso externo se hace cuando se maceran las hojas para frotarlas en el cuerpo o se utilizan sus hojas secas en infusión.
Los principales usos del poleo son:
Digestivo: sus hojas contienen sustancias que ayudan a la digestión, puesto que reducen la acidez del estómago y también alivian el ardor de estómago. Del mismo modo, es utilizado para la diarrea, especialmente cuando está causada por bacterias del tipo Escherichia coli.
Vermífugo: es una planta muy utilizada para matar las lombrices intestinales, tan comunes en niños.
Carminativo: su té favorece la expulsión de los gases desarrollados en el tubo digestivo, contribuyendo así a la reducción del malestar que estos causan y también de eructos.
Expectorante: a las personas que tienen tos, gripe u otras dolencias del sistema respiratorio, el té de poleo les es indicado para producir la expectoración de las flemas y secreciones que se depositan en la faringe, laringe, tráquea o los bronquios.
Antiséptico y cicatrizante: la hierba macerada puede combatir o prevenir los padecimientos infecciosos por medio de la destrucción de los microbios que los causan, como la sarna, los piojos o las dermatosis. Otro uso que se realiza es para lavar la piel con su aceite para el tratamiento de la varicela, urticarias, el sarampión, las paperas, la psoriasis y el herpes.
Antiespasmódico: esta planta puede calmar los espasmos (contracción involuntaria de los músculos, producida generalmente por un mecanismo reflejo), así como aliviar los dolores reumáticos.
Emenagogo: su té puede reducir el malestar y los dolores causados por la regla o menstruación de las mujeres.
Sudorífico: el té ayuda a reducir la fiebre debido a su acción diaforética.
Repelente: una costumbre antigua era la de quemar las hojas del poleo dentro de casa para que sirviera de repelente de insectos.
Además de esto, el té de poleo puede acabar con el insomnio y disminuir la ansiedad.
Por otro lado, no se debe ingerir en exceso, porque una sustancia presente en la hierba – la pulegona – suele ser toxica cuando es consumida en grandes cantidades. A causa de esto, algunos efectos secundarios derivados de su uso excesivo son: problemas hepáticos, alergias, parada respiratoria y abortos, motivo por el cual el poleo está contraindicado para mujeres embarazadas (principalmente durante el primer trimestre del embarazo), lactantes y niños menores de 6 años.
Como curiosidad, el poleo es una especie vegetal que está catalogada, en el Ministerio de Salud de Brasil, como una planta con potencial para generar productos de interés (Según el informe que recoge la “Relação Nacional de Plantas Medicinais de Interesse ao SUS” – RENISUS).
Érika W. O. Fernandes
Fuentes de consulta:
Piedras...
TOPACIO
Su nombre, probablemente, ha derivado de una isla en el Mar Rojo, "Topazos", hoy conocida como Zabargad, la antigua fuente de peridoto. En tiempos remotos, toda piedra preciosa marrón-dorada, y algunas veces también verde, fue llamada topacio, lo que causó bastante confusión, suficiente como para que el topacio real de hoy en día se conozca como “topacio precioso”.
El topacio, de cualquier tipo, es una buena piedra de joyería e históricamente es una de las piedras preciosas más importantes. Con su índice de refracción bastante alto, la dureza de ocho (escala de Mohs) y sin una sensibilidad especial a productos químicos, puede usarse, con el cuidado apropiado (debe ser protegido de golpes), en cualquier aplicación de joyas.
El topacio se muestra con colores variados, incluyendo el marrón, amarillo, naranja, rojo, rosado y azul. El topacio azul, con un color azul de pálido a medio, creado por irradiación, se puede encontrar en tamaños muy grandes y a precios asequibles. La fina variedad amarilla-dorada, conocida como “topacio imperial”, es muy escasa. Los colores de topacio son raramente vívidos. El color más común es el amarillo, con un tinte rojo; el más valioso va de rosado a rojizo. Los agentes colorantes son hierro y cromo.
Iluminación
El topacio muestra pleocroísmo, o sea, la aparición de varios colores en una misma piedra, lo que significa, dependiendo de la perspectiva, que un topacio amarillo parece limón-miel, paja amarilla; un topacio rojo, rojo oscuro, amarillo, rosa-rojizo; un topacio azul claro y azul oscuro. En cuanto a su claridad, va de transparente a translúcido. Uno debe buscar una piedra preciosa de ojo limpio.
Ubicación y depósitos del topacio
Minas Gerais (Brasil) es el proveedor más importante de esta piedra. Otros depósitos están en: Afganistán, Australia, China, Japón, Madagascar, México, Myanmar, Namibia, Nigeria, Pakistán, Rusia, Sri Lanka, Ucrania, Estados Unidos y Zimbabwe. El topacio natural, azul claro, se encuentra también en Inglaterra (Cornwall), Irlanda del Norte y Escocia.
La fama mundial del topacio
Tal vez el topacio más famoso es un espécimen gigante situado en la corona portuguesa, el "Braganza", el cual fue creído primero como un diamante. También hay un topacio hermoso situado en la Bóveda Verde en Dresden, una de las colecciones de gemas más importantes del mundo.
El zodíaco, mito y leyenda del topacio
Los egipcios creían que el topacio era coloreado con el brillo dorado del poderoso dios del sol, Ra. Esto hizo del topacio un amuleto muy poderoso que protegía a los fieles contra cualquier daño. Los romanos asociaron al topacio con Júpiter, su dios del sol.
En la Antigüedad se creía que el topacio ayudaba a mejorar la vista. Los griegos confiaron en el poder sobrenatural del topacio para aumentar la fuerza y hacer a su portador invisible, en caso de emergencia. También se dijo que el topacio cambiaba de color con la presencia de comida o bebida envenenada. Sus poderes curativos místicos cambiaban con las fases de la Luna. Se dice que cura el insomnio, asma y hemorragias.
Tanto en la Antigüedad como en la Edad Media, se creyó que el cosmos se reflejaba en las piedras preciosas. El topacio estaba asociado al planeta Venus. El movimiento esotérico revivió esta antigua creencia y la industria joyera la empleó como herramienta de marketing para promover ciertas gemas.
Noviembre
Las piedras preciosas han fascinado a los humanos a lo largo de los años, por lo que en muchas culturas se señala su poder para guardar energía. El topacio es la piedra de aquellos que han nacido en el mes de noviembre.
Dama de Castro
Fuente de consulta:
No hay comentarios:
Publicar un comentario