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miércoles, 1 de noviembre de 2017

Celebraciones: desde el Día de las Brujas hacia el Día de Muertos


Catrina y Catrín

Dos fechas distintas, pero con algo en común: la creencia de que desde la noche del 31 de octubre hasta el 2 de noviembre, el velo que separa el mundo de los muertos del mundo de los vivos se vuelve más fino, facilitando el contacto con El más allá. 

A primera vista, tanto el Día de las Brujas, como el Día de Muertos chocan, pero antes de formarse una opinión acerca del tema, sería interesante entender el origen de dichos festejos que, con sus características distintas, intentan honrar a los antepasados, reconociendo que la muerte forma parte de la vida. Por todo esto, a mis antepasados les digo: ¡Gracias por todo! 

Altar Samhain

El Día de las Brujas, o Halloween en inglés, se origina de un festival celta llamado Samhain (se pronuncia sou-én), que duraba 3 días (desde el 31 de octubre hasta el crepúsculo del 2 de noviembre). Este era un tipo de preparación para el duro invierno del hemisferio norte, marcando el fin de la cosecha y el anochecer del año. Los celtas creían que la oscuridad no era algo que debía ser temido, sino que era una fuente de gran magia y sabiduría. A lo largo de este festival, se creía que no existía el "tiempo" tal y como se conoce hoy, era como si estuvieran en una dimensión atemporal. Sobre todo porque se creía que el velo entre esta realidad y las otras se volvía muy fino y, por lo tanto, los que obtenían más conocimiento podían atravesarlo fácilmente. 


Para ellos, en estas realidades no existían leyes de tiempo ni tampoco de movimiento, puesto que era la tierra de los sueños, de las hadas, de los dioses y diosas de alta magia. Durante el festival, los chamanes celtas usaban este período para acceder a esta tierra misteriosa, entablando contactos con las energías que les daban poder, incluso para adivinanzas, a través del período oscuro del año. También era tiempo de honrar a los muertos con celebraciones y festividades, en vez de un luto silencioso, mientras los espíritus ancestrales eran invocados para traer su sabiduría y orientaciones a la tribu, ya que los celtas creían que solamente con equilibrio uno superaría sus momentos más difíciles. Por lo que era tradición hacer un parshell simbolizando los cuatro elementos, la tierra, el mar, el fuego y el aire, para colgarlo sobre la puerta de la casa, como un recordatorio de la importancia del equilibrio. 

Desde el Cristianismo ha habido muchos malentendidos sobre el lado oscuro, muchos asocian el Día de las Brujas con demonios, espíritus malos, con Satán y todo lo que es abominable. Sin embargo, esto infelizmente se ha originado debido a una falta de conocimiento, ya que la naturaleza enseña que la vida por sí sola está hecha de luz y sombra. Sin la luz del Sol ni la sombra de la noche no existiría vida en la Tierra. 

Altar que mezcla de Samhain 
con el Día de los Muertos


Altar del Día de los Muertos con el
 árbol de la vida en la cima
El Día de Muerto, a su vez, era una festividad pagana de los pueblos indígenas, principalmente de México, que también marcaba el fin de la cosecha, sobre todo del maíz y de la calabaza. Se trataba de un festival dedicado a agradecer a los antepasados por interceder ante sus deidades, para el beneficio de los primeros frutos. Originalmente se celebraba en agosto, pero más tarde se empieza a celebrar junto con el día de Todos los Santos y el día de Difuntos debido a la influencia del Catolicismo. El Día de Muerto es conocido por sus altares, que son una especie de retribución a los muertos, llenos de ofrendas que hoy en día pueden ser vistos en museos, plazas, centros comerciales, bares, supermercados, etcétera. 

Calaveritas de azúcar
Los altares suelen estar en la casa o en la tumba del muerto, generalmente con su comida y bebida favoritas, pan de muerto, calaveritas dulces, una Catrina, un Catrín, una foto del muerto y la flor cempasúchil, también conocida como “flor de muerto”. Los mexicanos preparan lindos altares para no recibir a sus muertos con las manos vacías y, además, para que se sientan queridos por sus familias, que los esperan. La noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, se esperan a los niños muertos que vienen a visitar a sus parientes. La siguiente noche, la del día 1 al 2 de noviembre, es la vez de los muertos mayores. 

Pan de muerto
A pesar de representar un momento doloroso, la muerte está muy presente en la cultura mexicana: la Santa Muerte, el Árbol de la Vida, calaveras de todos los tamaños y colores, calaveritas dulces para los niños, La Catrina, El Catrín, La Llorona, los mariachis, el pan de muerto, son los personajes más conocidos de este festival. 

La llorona

Respetuosamente, los mexicanos consiguen transformar el dolor en un espectáculo para los ojos, todo en la ciudad gira en torno de este festival de colores. También vale la pena echar un vistazo a lo que pasa cerca de la Candelaria de Coyoacán, barrio conocido por el museo Frida Kahlo, que el día 1 por la noche recibe a una gran cantidad de personas disfrazadas. 


La bruja A


Referencias de consulta: 
BAGGOTT, Andy. Rituais Celtas.  pp. 58-60

"La Festividad Indígena Dedicada a los Muertos en México", en: Patrimonio Cultural y Turismo, 16 Cuadernos. 

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