Definición de Correveidile:

1. Persona que trae y lleva cuentos y chismes // 2. Blog de los amantes de la lengua de Cervantes


viernes, 22 de octubre de 2021

Pregunte a la Duquesa: sobre cálculos

 ¡Hola, mis queridos correveidileanos!


¿Cómo estáis? Bien, al menos eso os deseo, y espero también que, en poco tiempo, podamos estar juntos de nuevo y todos vacunados. Bueno, mis queridos lectores, mientras ese día no llega para todos nosotros, solo nos queda continuar estudiando entre otras cosas el castellano, lengua que tanto amamos, ¿no es verdad? ¡¡¡Y que opción maravillosa!!! Entonces, para la columna de este mes he elegido un tema que no pocas veces genera dudas entre los estudiantes: los porcentajes. Siendo así, partamos para las claves de redacción sobre este asunto. 

Por ciento, en dos palabras y después de un numeral, es la locución adecuada para expresar porcentajes: el treinta por ciento; mientras que porciento, en una palabra, es un sustantivo, usado sobre todo en el español caribeño, equivalente a porcentaje: «Los trabajos conducentes a aumentar el porciento de vacunación continúan». No es adecuado, por tanto, emplear porciento tras un numeral: el treinta porciento.

La locución por ciento puede usarse con cualquier numeral (seis por ciento o noventa por ciento), mientras que únicamente es posible emplear por cien para expresar totalidad (cien por cien) y no es adecuado junto a ningún otro numeral: cincuenta por ciento, no cincuenta por cien.

La totalidad puede expresarse mediante las locuciones ciento por ciento (preferida en América), cien por cien (preferida en España) y cien por ciento, pero no es adecuada la secuencia ciento por cien. Tal como señala El buen uso del español, la locución por ciento puede escribirse después de palabras y de cifras: ocho por ciento y 8 por ciento.

Los porcentajes que corresponden a números inferiores a diez pueden escribirse con letras o cifras: nueve por ciento o 9 %; sin embargo, los porcentajes de números superiores a diez se escriben casi exclusivamente con cifras: 90 %, mejor que noventa por ciento. No es adecuado escribir en letras la cantidad seguida del símbolo de porcentaje: el quince %.

Cuando el porcentaje se escribe con el símbolo %, lo adecuado es dejar un espacio después de la cifra: 25 %, mejor que 25%. Además, se recomienda no separar en líneas de texto diferentes los elementos que integran la expresión de los porcentajes, se escriban con cifras o con palabras: veinte / por ciento, 20 / %.

En un texto en el que aparece escrito un porcentaje con el símbolo % —en vez de con la locución por ciento—, este se lee por ciento. Únicamente puede leerse por cien en el caso de que se exprese totalidad: 100 %. Si en una oración se coordinan dos porcentajes, lo habitual, salvo en documentos científico-técnicos, es colocar el símbolo solo tras la última cifra: entre el 30 y el 40 %. En los intervalos escritos con guion, lo más indicado es escribir únicamente el símbolo al final: 30-40 %

Además, delante de los porcentajes es correcto utilizar el artículo determinado, el indeterminado u otros determinantes: un 40 %, el 40 %, este 40 %… No es adecuado escribir la cantidad sin ningún determinante: «China ha contribuido en más de 30 por ciento al crecimiento económico global». Ya los porcentajes decimales se escriben con cifras: «El superávit del sector servicios disminuyó un 4,5 % [o 4.5 %] en el segundo trimestre».

Solo en textos de carácter financiero, administrativo o legal se escriben enteramente en letras: «Establécese para los haberes del mes de julio de 2019 un incremento salarial del 7,5 % (siete coma cinco por ciento)». No es incorrecto mezclar cifras y letras, pero es menos recomendable: «El índice sube un 0.3 por ciento tras las primeras operaciones del día». 

Cuando el porcentaje va acompañado de un complemento del nombre en plural, el verbo puede concordar tanto en singular como en plural: «El 30 % de los encuestados afirmó/afirmaron que volverán a ir al colegio electoral».

Bueno, mis queridos lectores, con estas importantes recomendaciones sobre los porcentajes, espero haberos entretenido y contribuido para perfeccionar vuestro castellano.

La Duquesa

martes, 19 de octubre de 2021

“Pasillos mágicos” por Vivian K.

Caminas por pasillos que te llevan a momentos históricos o a dibujos increíbles. Viajas sobre tus piernas a épocas remotas o interactúas con imágenes inimaginables, conoces a gente de la que no te vas a olvidar, te enamoras con lo que desearás celebrar o reflexionas hasta tener ganas de cambiar la Historia. 

Vivirás lo que nunca has vivido, sentirás miedo, dolor y felicidad caminando por un sitio estático, pero que te conduce a un movimiento dinámico – la libertad de pensamientos. Entenderás por qué Albert Einstein dijo: “La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación involucra al mundo”. Los museos son espacios máximos de libertad donde se puede dejar la curiosidad fluir, encontrar respuestas y hacer más preguntas, tener la capacidad de criticar, crear, ser curioso, ver los hechos desde otra perspectiva, aprender de los errores y tener inspiraciones.

Mis pasillos preferidos han empezado en la sala de la casa de mis padres. Tenía 7 años y en la casa había una copia de una obra de arte muy fea, que me daba miedo. En el sitio más bonito, estaba instalada la cosa más fea, por eso yo allá no iba. Estaba con mi padre, siempre me sentaba al lado del arte, por qué estaba siempre preparada para huir o luchar por si uno de los personajes saltaba y un día le pregunté: “Papá, ¿por qué tenemos este cuadro tan feo?” y me contestó con otra pregunta “¡Feo! ¿Por qué?”, “Pues, Papá, porque me da miedo, los animales destrozados, cabezas rotas, todo es muy triste”. 

Mi padre se quedó en silencio, me abrazó, nos sentamos frente a frente y me presentó al Guernica. “Si tienes miedo es porque el artista lo retrató y el arte es sentir”. Me explicó el bombardeo de la ciudad de Guernica por las tropas alemanas, el franquismo, la Segunda Guerra Mundial… y me dijo que los generales le hicieron la misma pregunta a Picasso, sobre quién hizo algo tan feo, a lo que Picasso les contestó otorgándoles la titularidad. Desde entonces, busqué el Guernica, las obras de Picasso y deseé conocerlas.

Picasso y su gran obra maestra...

Mi encuentro con el Guernica fue el 7 de julio de 2010, cuando conocí el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. El edificio abrigó el antiguo Hospital San Carlos hasta 1965. Por medio de un decreto real, en el año 1977, fue declarado Monumento Histórico y Artístico. Fue inaugurado en 1988 y en 1992 los Reyes D. Juan Carlos y D. Sofía iniciaron la colección permanente. 

Los pasillos del Reina Sofía son una medicina para la imaginación, allí encontrarás ejemplares de la cultura moderna y contemporánea de España, podrás ver las obras de Salvador Dalí, Juan Miró, Julio González y Pablo Picasso, entre otros artistas modernos, junto a exposiciones temporales que te tocarán profundísimamente el alma y la manera de ver el mundo.

Me acuerdo de las expectativas que tenía para ver a “mi” Guernica. El edificio es increíble, desde el piso hasta al techo una distancia grande, creo que 5 metros, como mínimo, lo que te da una sensación de amplitud, de confort para permitir el baile de las ideas. Yo quería ver todo, cada detalle y estaba en duda sobre qué hacía primero. Fui directamente al segundo piso. Como en todo museo, buscar la sala 205 no es sencillo, te pierdes y te encuentras contigo y con el Guernica. 

Una obra grande y opulenta, el Guernica te sorprende, dependiendo de cuando vayas, tendrás algo a más y nuevo para ver y descubrir. La primera vez, vi los borradores de Picasso durante la creación, los estudios de cada detalle hasta el trabajo final… ¡increíble! La última vez, vi las noticias de los viajes alrededor del mundo y las noticias de la primera exposición.

El Guernica es siempre una novedad…

Los pasillos del Reina Sofía son muy interesantes… El edificio conforma un cuadrado, en el centro hay un jardín con esculturas, hay un restaurante en la planta baja, puedes respirar, sentarte y volver a ver las obras permanentes y las exposiciones temporales. Un recorrido por las reflexiones modernistas y contemporáneas de los siglos XIX, XX y XXI.

Otros pasillos mágicos son las casas modernistas de São Paulo. Estoy enamorada de la Fundación Maria Luisa y Oscar Americano. Ellos donaron la casa y el arte para la fundación que lleva sus nombres y está abierta al público. Está ubicada en el barrio de Morumbi y los pasillos te llevarán a las obras brasileñas de Portinari, Tarsila do Amaral, Lasar Segall y a un jardín de floresta tropical, una reserva de la Mata Atlántica, donde una muestra de Pau-Brasil, el árbol que bautiza nuestro país, puede ser admirada. 

Fundación Maria Luisa y Oscar Americano, detalle de mosaico portugués
Fundación Maria Luisa y Oscar Americano,
detalle de mosaico portugués.

Muebles, libros, platos que retratan la historia del descubrimiento de Brasil hasta el punto máximo del modernismo nacional, pueden ser vistos allá. Quizás el museo más brasileño que existe y que presenta lo que somos y nuestra historia. Allí puedes caminar por algunos pasillos abiertos al cielo y por otros cerrados, los de la propia casa. El espacio tiene una cafetería y una sala de conciertos de música clásica, te permiten sentarte en el jardín para leer un libro, puedes alquilar una parte para celebrar una fiesta o boda y, asimismo, la sala de conciertos está también disponible. 

Los pasillos son muchos, pero tan solo depende de ti entregarte a la magia de los caminos para perderte en total libertad.

 Vivian K.