José
Bustos Olivares, conocido artísticamente como Pepe Bustos, nació en el barrio
de León, Guanajuato (México) en 1940 y, desde niño, ese gran artista mexicano
demostró su talento para la música, sobre todo mientras trabajaba con su padre
en el comercio del calzado, ya que en aquella región concentra la mayor
producción de calzados del país. Por eso, a los 17 años, Pepe ya actuaba con un
grupo musical llamado Sonora México.
Por otra parte, su hermano, Juan Busto, también formaba parte de la agrupación,
que antes se hacía llamar Tropical
Santanera y después cambió a La
Sonora Santanera (fundada por Carlos Colorado).
En
1959, Pepe se integró al grupo musical de Carlos Colorado, como parte del equipo
técnico y enseguida como cantante cuando enfermó el vocalista Andrés Terrones.
Un año después, La Sonora Santanera
lanzó uno de sus mayores éxitos, la famosa canción “La Boa” compuesta por el
yucateco Carlos Lico. A partir de ahí, la agrupación pasó a ser conocida por el
gran público; sin embargo, en 1985 La Sonora
Santanera sufrió un grave accidente cuando su autobús fue impactado por un
camión que transportaba gas, en la carretera México-Querétaro.
Lamentablemente,
además de algunos integrantes heridos, perdió la vida Carlos Colorado, fundador
de la agrupación. No obstante, La Sonora
Santanera, siguió buscando nuevos éxitos, aunque los problemas económicos
provocaron algunas peleas entre sus integrantes. En 1995, en Costa Rica, Pepe
enfermó debido al estrés ocasionado por el exceso de trabajo, por lo que
decidió separarse y seguir nuevos rumbos en solitario en la música.
Por
esta razón, acabó formando su propia agrupación a la que llamó “Los Santaneros
de Pepe Bustos”, puesto que como afirmó el propio Pepe, lo más difícil era
alejarse de su familia por mucho tiempo y eso era a lo que estaba obligado por
las giras interminables.
Pepe
Bustos formó parte de La Sonora Santanera
durante más de tres décadas y además se convirtió en uno de los mayores nombres
de la música mundial, junto a grandes vocalistas que, incluso estaban en la
misma agrupación, como su hermano Juan Bustos, Silvestre Mercado o Andrés
Terrones. En otras palabras, Pepe Bustos fue un gran protagonista del
romanticismo musical y a lo largo de más de 60 años interpretó las más bellas
canciones, como “Perfume de gardenia” y “La Boa”.
El
llamado Club de Oro le prestó un merecido homenaje a Pepe Busto, así que
decidió inmortalizarlo con la “Estrella maya” en el paseo de la fama de Plaza
México, en Lynwood, California (Estados Unidos). Pepe Bustos luchó contra el
cáncer los últimos 10 años de su vida, pero infelizmente falleció el 10 de
junio de 2019. Entonces, para recordar a este importante artista seleccioné una
canción compuesta por Agustín Lara e interpretada por Pepe con la participación
especial de Rodrigo de la Cadena al piano, se trata de “Estoy pensando en ti”.
Mata Hari, según
parece, aprovechó su agenda de conocidos en ambos bandos para ofrecer sus
servicios a Kraemer, jefe del espionaje alemán,
con la esperanza de poder volver a la neutral Holanda con sus pertenencias a
salvo. Lo cierto es que Kraemer piensa en ella
para sonsacar información a los militares franceses a cambio, como es natural,
de sumas considerables. Tras un regateo inicial, Mata Hari acepta y se
convierte en la agente H-21. Pronto
sus actividades en Madrid, donde en 1915 se veía con un oficial germano,
despertaron las sospechas de la inteligencia aliada, que empezó a vigilarla. En
1916, Mata Hari volvió a París. Acorralada por el capitán Ladoux, del espionaje
francés, que andaba tras sus pasos, se ofreció para trabajar como agente doble para Francia.
La realidad es que fue de nuevo en Madrid donde siguió espiando para la embajada alemana
como la agente H-21,pero
sus mensajes fueron interceptados por Ladoux, que le tendió una trampa para que
regresara a Francia. El 13 de febrero de 1917 fue arrestada y sometida a
juicio, tras el cual se la condenó a muerte acusada de aprovecharse de las relaciones
íntimas para trabajar como agente de Alemania. Mata
Hari aseguró que amaba a los militares de todos los países y que solo se
acostaba con ellos por placer, no para sacarles información.
Así que fue procesada
ante un tribunal militar en París, a acusada de haber entregado secretos
militares franceses a los alemanes, información esta tan vital que habría
costado la vida de no menos de 50 000 franceses. Tras un juicio sumarísimo en
el que no llegaron a presentarse pruebas concluyentes, Mata Hari fue fusilada
en la fortaleza parisina de Vincennes, el 15 de octubre de 1917. Genio y figura
hasta el final, se negó a que le vendaran los ojos y, antes de recibir las
balas, les lanzó un beso a los soldados del pelotón. Tan solo tenía 41 años.
Dado que su cuerpo
nunca fue reclamado por ningún familiar, el cadáver fue entregado a los
estudiantes de Medicina para ser usado en las prácticas en la facultad. En
aquella época, era un hábito que los cuerpos de los criminales y delincuentes
ajusticiados fueran utilizados en las clases de anatomía. Su cabeza,
embalsamada, permaneció hasta 1958 en el Museo de Criminales de Francia,
momento en el que desapareció, tal vez robada por algún admirador con gustos
necrófilos.
La negativa del
Estado francés a desclasificar la documentación de su proceso, transcurridos
los cincuenta años de su muerte, mantiene sin esclarecer multitud de aspectos y
ha contribuido a mantener una aureola de misterio en torno a su figura. Sin
embargo, y pese a su posible inocencia que ya había proclamado durante la
causa, Mata Hari ha pasado a la cultura popular como prototipo de femme fatale.
Reflexión en voz alta
Una legendaria bailarina
holandesa que escapó de una vida provinciana para convertirse en una mujer
fuera de su tiempo y que manifestaba una inmensa atracción por los uniformes. Ella
misma lo declaraba: "Desde chica me fascinaron los
uniformes”.La espía, durante
el proceso que la investigó y la condenó a muerte afirmó: "Amo a los militares. Los he amado siempre y prefiero ser la amante de
un oficial pobre que la de un banquero rico".
Y, en efecto, en esos uniformes vendrían envueltas las sensaciones más intensas
de su vida, la boca sonriente y tibia del amante y la boca fría y letal de los
fusiles apuntados a ella. Hollywood la eternizó convirtiéndola en un mito, a partir de la película Mata Hari (1931) protagonizada por Greta Garbo.
Fotograma de una de las muchas producciones de Mata Hari llevada a la gran pantalla
Desde
entonces, ha habido cerca de 50 películas y series de televisión sobre la
espía, todas ellas basadas libremente en su vida. Ajusticiada hace cien años, la
Mata Hari ficticia sigue viva en el imaginario occidental. Sin duda, es
evidente que pocas mujeres han despertado tantas y tan desgarradoras pasiones,
así como sembrado tantos y tan contradictorios misterios. Bailarina exótica, mentirosa
compulsiva, espía no muy al uso, era capaz de venderse al mejor postor. Todo
esto es verdad, como también lo es que sus dotes de seducción, su cuerpo desnudo,
contorsionándose con mayor o menor gracejo, atrajo a multitud de hombres que, con su magnetismo innato, supo convertir en unos tontos postrados a sus pies.
Pocas mujeres han despertado tantas pasiones y sembrado tanto misterio a
su alrededor como Mata Hari, la más legendaria espía de nuestro siglo. Durante
años, ella misma se encargó de urdir la inextricable red de rumores y fantasías
que envolvieron en una nebulosa a aquella bailarina exótica, apasionada, amante
de un batallón de caballeros influyentes y arriesgada espía, hasta que las
biografías han podido demostrar que la famosa bailarina hindú, aclamada en
París, en Berlín y en Montecarlo, no era más que una mentirosa patológica y una
aventurera caída en desgracia.
Su nombre real era Margaretha GeertruidaZelle, nacida en la ciudad holandesa de Leeuwarden, el 7 de agosto de 1876. Los negocios de su padre, dueño de una
próspera sombrerería, marchaban viento en popa en esa época, por lo que Adam
Zelle pudo rodear a sus hijos, Margaretha,
Ari Anne, Cornelis Coenraad y Johannes, de una atmósfera suntuosa.
Desde que era una niña,
Margaretha destacó con claridad entre las otras chicas por su belleza. En las
distinguidas escuelas y colegios a los que asistió aprendió lo necesario para
desenvolverse en un mundo refinado y elegante, además de aprender varias lenguas,
como inglés o alemán, tuvo oportunidad de entrar en contacto con otras materias
elementales para una mujer culta de aquella época.
Esta formación, sin
embargo, no llega a frenar su irreprimible tendencia a pisar las candilejas: se
la recordaba como la niña vestida de manera más atrevida de Leeuwarden, la de
los gestos más rebuscados, la que contaba historias fantásticas y la más
descarada. Pero en 1889 su mundo rosado se desvanece con la quiebra del negocio
de su padre que, sin abandonar su elegante sombrero de copa, su chaleco florido
y su bastón, se escapa a La Haya. Incapaz de afrontar
la situación, su esposa muere en 1891 y es enterrada por los vecinos, mientras
Margaretha da rienda suelta a su dolor encerrándose en la casa y tocando el
piano durante toda esa noche. Un tío la acoge un tiempo después en su hogar,
algo cohibido ante esta sobrina audaz y deslumbrante. A los 18 años atendió una solicitud de matrimonio en
la página de contactos de un periódico y se casó con Campbell MacLeod,
un capitán de 39 años con el que se marchó a vivir a Indonesia, por aquel entonces colonia holandesa, a donde
él estaba destinado. Según se cuenta, a ella siempre le habían gustado los uniformes.
Allí tuvo dos hijos, sufrió las penurias de un marido borracho, pero también
conoció la fascinación de Oriente y los secretos de las danzas javanesas, que le serían muy útiles después. De
modo general, solía quedarse desnuda al final de las danzas, aunque ella nunca
se quitaba el sujetador adornado, puesto que al parecer consideraba sus senos
muy pequeños.
Tras divorciarse
después de cinco años de matrimonio, tal vez debido al problema de alcoholismo
de su marido y la muerte de uno de sus hijos (envenenado por su niñera),
regresó a Europa (1902) y se estableció en París, donde inició una nueva vida
en los salones y casinos de la Belle Époque, explotando su natural y
provocativa belleza, su atrevimiento para aparecer semidesnuda en los
escenarios y su conocimiento de los sensuales bailes malayos, que ejecutaba con
total desenvoltura. Margaretha Zelle adoptó como nombre artístico Mata Hari,
que literalmente significa “ojo del día” en malayo, es decir, “Sol”. Al cabo de algunos
años, aquella atractiva bailarina de danzas hindúes y javanesas había pasado de
los sórdidos tugurios a los lujosos cabarés y teatros, hasta llegar a convertirse
en el mito sexual de los escenarios parisinos y en cortesana de lujo. Ello le
permitió entablar numerosas relaciones con personas pertenecientes al estamento
militar. Entre 1904 y el estallido de la I Guerra Mundial fue la cortesana más
famosa de la época, conoció todas las ciudades de Europa y no pocos secretos de
política gracias a las confidencias de alcoba.
El estallido de la guerra, en julio de 1914, la sorprendió bailando en un music-hall de Berlín. Esta guerra supuso el impulso definitivo y la
consolidación del espionaje gubernamental. Bajo una organización reglada a la
perfección y supervisada por los Estados, se pulieron los sistemas de
comunicación cifrada, se extendieron amplias redes de agentes y aparecieron las
primeras figuras legendarias. Percibido como una aventura en la que la habilidad
y el peligro iban de la mano, el espionaje de aquella época ha proyectado una
imagen romántica.
El alabastro es una variedad de la calcita estalagmita, encontrada en
Egipto y Argelia. A pesar del origen, su nombre proviene del griego antiguo αλάϐαστρος “alabastros”, que significa jarrón sin asas. En Egipto son encontradas dos
variedades básicamente: la amarilla con algo de blanco, tienen un color opaco
y, por tener una dureza mayor, son muy utilizadas para hacer ornamentos como pirámides,
bustos de Nefertiti o de Esfinges, entre otros. Ya las más blandas, los escultores
las usan para elaborar jarrones, que además de muy finos producen una
iluminación muy elegante cuando son utilizados con una lámpara o una vela dentro.
En los tiempos
de los faraones, y hasta incluso en la Grecia antigua, esos jarrones eran
utilizados para guardar esencias y aceites. En los templos podían ser
fácilmente encontrados para estos fines, así como también fueron encontradas
estatuas y otros objetos hechos con el alabastro de Egipto, que está
considerado el más valioso.
Por otro lado, como una propiedad mágica del alabastro se puede destacar:
El poder de hacer la conexión intergaláctica entre el pasado y el presente. Por
ser una piedra del elemento aire, tiene el poder de llevar al gran cosmos los
deseos, es buena para usarla con personas que hablan mucho y escuchan poco, para
que despierte su poder de audición. Además de esto, también puede ser utilizada
para establecer puentes entre el presente y el futuro, trayendo oportunidades
en relación a la situación en la que cada uno se encuentre.
Voladoira
Plantas...
Hablemos de una planta medicinal con varios usos,
especialmente para los males del sistema gastrointestinal, aunque es también
conocida como tranquilizante cuando se toma en infusión. La melisa, toronjil o
cidronela tiene un aroma característico a limón, debido al contenido en
terpenos, citronela, citronelol, citral y geraniol. Por esta razón, se utiliza
su aceite esencial en aromaterapia. Estos compuestos poseen propiedades
antiespasmódicas y pueden ser empleados para reanimar a quienes se desmayen. El
efecto calmante actúa en momentos de tensión que provocan taquicardias o
palpitaciones. Asimismo también se ha informado sobre las propiedades
antidepresivas y ansiolíticas.
Las características mágicas de la Melissa officinalis están relacionadas
con amor, intuición y armonía. La planta actúa sobre el chakra cardíaco,
liberando los sentimientos amorosos y reconectando al individuo con el
universo. Con su uso, se aceptan más fácilmente pérdidas, instantes de transición
y problemas amorosos, como el amor propio, en relaciones y separación entre
parejas. Por lo tanto, la hierba de origen europeo, promueve cambios para que
uno sea más dulce consigo mismo y con los demás, así como también para que se
pueda vivir y amar con honestidad. Por lo tanto, si se fortalecen los
sentimientos, se podrán enfrentar con tranquilidad los traumas y las
adversidades de la vida.
Esta semana, Musiclicando os presenta
a Nella, la cantante que fue galardonada con el premio de Mejor Artista Nueva en
Los Premios Grammy Latino de 2019. Otros artistas ya conocidos de nuestros
amigos correveidileanos igualmente estuvieron presentes en la ceremonia, como Juanes
(Musiclicando 22), Luis Fonsi (Musiclicando 24), Residente (Musiclicando 89), Mon
Laferte (Musiclicando 115) u Ozuna (Musiclicando 142), así como Rosalía (Musiclicando139), la gran ganadora de la noche.
Nella Rojas nació y creció en la isla
de Margarita, en Venezuela. Desde niña le gustaba cantar canciones de Celine
Dion y Christina Aguilera, aunque haya estado más influenciada por canciones andaluzas.
Esta pasión por la música le permitió formarse en la Escuela Contemporánea de
la Voz, en Caracas, pero enseguida se trasladó a Estados Unidos para estudiar en
la prestigiosa Berklee College of Music, en Boston, y desde entonces
vive en este país.
En Boston conoció a Javier Limón,
un guitarrista, compositor y productor español ganador de 11 Grammy Latinos, quien
la puso en el circuito fonográfico y le abrió las puertas con la promoción de “La
negra Atilia”, un merengue de Pablo Camaro que ella ya trabajaba desde joven y que
representa la influencia de sus raíces venezolanas (Curiosamente, Limón se la escuchó cantar por primera vez en una presentación de Nella en el Instituto Cervantes).
Antes de lanzarse a la carrera en solitario, ha sido corista de los cantantes Juan Luis Guerra (Musiclicando 120) y
Jennifer López. En 2018 estrenó el primer sencillo “Me llaman Nella”, que es su tema más escuchado en Spotify.
Asimismo, compartió
escena con las estrellas latinas Javier Bardem, Penélope Cruz y Ricardo Darín en
la película Todos los saben, del director iraní Asghar Farhadi, lo que le proporcionó
una gran exposición. Por otro lado, interpretó canciones compuestas por Limón, especialmente
el tema principal “ Se muere por volver”. Sobre esta vivencia, declaró que sintió que fue como un sueño cumplido: ”He visualizado muchas cosas en mi carrera, pero ser
parte de este largometraje, actuar y cantar el tema principal y que las figuras
que lo estelarizan sean actores que he estado viendo desde pequeñita es algo
muy especial para mí; y que además de eso, el filme haya sido seleccionado para
inaugurar el Festival de Cannes y decidieran que mi voz sonara mientras el
elenco caminaba por la alfombra roja es indescriptible. No lo puedo creer.
Estoy agradecida por esta oportunidad que me ha dado la vida”.
La canción que elegimos para
nuestros lectores es “Voy”, lanzada este año y que consiste en uno de los 13
temas de su primer disco homónimo. Todas las composiciones son obra de Limón. En este álbum también
hay una canción dedicada a Venezuela, “Volveré a mi tierra”, que aborda la realidad de más de 4 millones de emigrantes de su país que están alrededor del mundo.
1. Golpe ligero que se da en la cara u otra parte del cuerpo con la palma de la mano. 2. Mejilla de la cara. 3. Cachetero (‖ puñal). 4. m. And., Arg. y Chile. Nalga (‖ porción carnosa y redondeada). Andar de cachetes embarrados 5. loc. verb. coloq. El Salv. Estar muy enamorado. De cachete 6. Gratis, a costa de otro.
"Le planté un beso en el cachete y se sonrojó"
PROPINAR
1. Administrar una medicina. 2. Dar un golpe. Propinar una bofetada, una paliza, una patada. 3. Dar a beber.
"Le propiné un cachete en la mano"
CUCHITRIL
1. Habitación estrecha y desaseada.
"Rómulo es un librero que tiene a veces, en su cuchitril, algún grabado interesante"
MECER 1
1. Mover algo compasadamente de un lado a otro sin que mude de lugar, como la cuna de los niños. 2. Menear y mover un líquido para que se mezcle o incorpore. 3. Postergar, reiterada y engañosamente, el cumplimiento de un compromiso u obligación. MECER 2 1. Ordeñar (extraer la leche).
"Mecía al niño con un suave tarareo"
Cervantitos
Fuente de inspiración:
DRAE. 23ª ed. Consulta digital: <del.rae.es> Peterson, Holly. Tengo un manny en casa.