
Para todos nuestros amigos y lectores...

La realidad es que fue de nuevo en Madrid donde siguió espiando para la embajada alemana
como la agente H-21, pero
sus mensajes fueron interceptados por Ladoux, que le tendió una trampa para que
regresara a Francia. El 13 de febrero de 1917 fue arrestada y sometida a
juicio, tras el cual se la condenó a muerte acusada de aprovecharse de las relaciones
íntimas para trabajar como agente de Alemania. Mata
Hari aseguró que amaba a los militares de todos los países y que solo se
acostaba con ellos por placer, no para sacarles información.![]() |
| Fotograma de una de las muchas producciones de Mata Hari llevada a la gran pantalla |

Desde que era una niña,
Margaretha destacó con claridad entre las otras chicas por su belleza. En las
distinguidas escuelas y colegios a los que asistió aprendió lo necesario para
desenvolverse en un mundo refinado y elegante, además de aprender varias lenguas,
como inglés o alemán, tuvo oportunidad de entrar en contacto con otras materias
elementales para una mujer culta de aquella época.
Tras divorciarse
después de cinco años de matrimonio, tal vez debido al problema de alcoholismo
de su marido y la muerte de uno de sus hijos (envenenado por su niñera),
regresó a Europa (1902) y se estableció en París, donde inició una nueva vida
en los salones y casinos de la Belle Époque, explotando su natural y
provocativa belleza, su atrevimiento para aparecer semidesnuda en los
escenarios y su conocimiento de los sensuales bailes malayos, que ejecutaba con
total desenvoltura. Margaretha Zelle adoptó como nombre artístico Mata Hari,
que literalmente significa “ojo del día” en malayo, es decir, “Sol”.
El estallido de la guerra, en julio de 1914, la sorprendió bailando en un music-hall de Berlín. Esta guerra supuso el impulso definitivo y la
consolidación del espionaje gubernamental. Bajo una organización reglada a la
perfección y supervisada por los Estados, se pulieron los sistemas de
comunicación cifrada, se extendieron amplias redes de agentes y aparecieron las
primeras figuras legendarias. Percibido como una aventura en la que la habilidad
y el peligro iban de la mano, el espionaje de aquella época ha proyectado una
imagen romántica. 




