Definición de Correveidile:

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viernes, 31 de mayo de 2019

Pregunte a la Duquesa sobre: Género (I Parte)

¡Hola, mis queridos correveidileanos!


¿Cómo estáis? Bien, espero, además de haber aprovechado muchísimo la compañía de vuestras madres en el casi finalizado mes de mayo. En honor a estas mujeres que nos han dado la vida y ante la importancia de discutir las cuestiones de género, he decidido traer a mi columna de este mes la presencia de marcas de género en los nombres que designan profesiones o actividades desempeñadas por mujeres.

     ¿Ya os habéis parado a pensar cómo la lengua puede ser también una herramienta de perpetuación de los estereotipos de género, junto con otros aspectos como la religión, la Literatura, el Derecho y otros temas vinculados a cuestiones culturales? Bueno, entonces arranquemos con esta reflexión.



Sobre esto, la Gramática ERA 2009 ha declarado que la lengua ha acogido en ciertos medios voces como: "bedela", "coronela", "edila", "fiscala", "jueza", "médica" o "plomera", pero que tanto estas como otras voces similares han tenido desigual aceptación, generalmente en función de factores geográficos y sociales, además de propiamente morfológicos. Sin embargo, ¿cuántos géneros creéis que tiene el español?

El género es una propiedad de los nombres y los pronombres que tiene efectos en la concordancia con los determinantes, los adjetivos, los cuantificadores, etc. Los sustantivos en español solo pueden ser masculinos o femeninos, pero los demostrativos, los cuantificadores, los artículos y los pronombres personales pueden ser, además, neutros: esto, eso, aquello; tanto, cuanto, mucho…; lo y ello.

Dicho esto, tenemos que preguntarnos: ¿Existe una correspondencia estricta entre el género y el sexo? No. El género de los sustantivos no siempre se corresponde con el sexo biológico del referente. Cuando el sustantivo se refiere a un ser animado, el género puede diferenciar el sexo (león, leona); pero en el resto de los casos es una propiedad gramatical independiente: la mesa es femenina, el tenedor es masculino. 



¿Y cómo se marca el género? Para marcarlo hay distintas posibilidades:
  1. Morfemas: terminaciones como la -a (niña), -esa (abadesa), -isa (poetisa), -ina (heroína), -era (cocinera), -ana (decana), -óloga (psicóloga), -ada (magistrada), etc.
  2. Raíces distintas: caballo, yegua (son los llamados heterónimos).
  3. Determinantes y otros elementos concordantes: el artista, la artista (se los conoce como comunes en cuanto al género).
Igualmente, están los sustantivos ambiguos, que se pueden usar tanto en femenino como en masculino indistintamente: (el mar, la mar), y los epicenos, que se refieren a un ser vivo de uno u otro sexo con un único género, como el mosquito (mosquito macho/hembra).

La mayor parte de los sustantivos acabados en –a son femeninos: taza, silla, niña, pero no faltan casos como clima, día o mapa. En cambio, la mayoría de los acabados en –o son masculinos: cuaderno o puerto, pero también hay femeninos como mano. A su vez, los acabados en consonante o en otras vocales pueden ser masculinos o femeninos.

Por añadidura, hay sustantivos de persona comunes en cuanto al género. Ejemplos como el de: el cónyuge / la cónyuge distinguen el género por la concordancia y no mediante desinencias: Su cónyuge está enferma/enfermo. Los problemas se presentan especialmente con aquellos sustantivos comunes que denotan profesiones, cargos, títulos, empleos o actividades.

¿Quieres saber más? Entonces, no te pierdas mi próxima publicación.


La Duquesa

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