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1. Persona que trae y lleva cuentos y chismes // 2. Blog de los amantes de la lengua de Cervantes


martes, 29 de marzo de 2016

Luis Cardona y Colombia: Un país de maravillas…


Luis Cardona, para casi todos más conocido como Luis el bibliotecario, es esa persona paciente, risueña y de corazón generoso. Este bibliotecario, de origen colombiano, posee sin duda un alto grado de justicia -tal vez debido a su formación filosófica- y siempre es necesario sentarse para charlar un ratito con él y saber qué novedades hay por el mundo del libro, porque siempre merece la pena ese momento. El equipo del Blog Correveidile ha querido saber quién es Luis Cardona más en profundidad, así que no te pierdas todo lo que nos ha revelado en esta entrevista tan personal:

De izq. a der.: Alessandra y Bruno (Blog Correveidile) y Luis Cardona
-Cuéntanos un poquito, cómo ha sido tu venida desde Colombia hasta Brasil...
Yo vine a Brasil a estudiar, vine para quedarme un año, después de ese año volví a Colombia, pero yo ya había conocido aquí a una brasileña, entonces después de 3 meses volví a Brasil, justamente para quedarme con ella. Después nos casamos, tuvimos dos hijas, Débora y Damaris y así fue que yo vine a Brasil. Inclusive, yo tenía formación en Filosofía, pero por la dificultad del trabajo pensé: "Bueno, ¿qué puedo hacer?" Y fui a estudiar Bibliotecología aquí en Brasil, por una razón muy simple, porque en los primeros años de la formación ya se podían conseguir unas prácticas remuneradas, entonces eso me permitía estudiar y al mismo tiempo trabajar.

-¿Qué es lo que echas de menos de tu país?
Básicamente a la familia, porque están todos en Colombia, mi madre, mis hermanos, mis sobrinos. Porque la comida es muy parecida con la de aquí, la manera de la gente también, eso no es muy diferente. Y suelo volver a Colombia cuando las condiciones financieras me lo permiten porque, a pesar de ser en América, es un viaje caro.

-En el futuro, ¿piensas seguir viviendo en Brasil, volverás para Colombia o eres un ciudadano del mundo?
Sí, seguiré en Brasil, de hecho me acaban de conceder la naturalización, el día 18 de febrero de 2016 me la entregaron. Yo pedí la naturalización hace unos dos años y me la concedieron porque ya tengo más de 15 años viviendo en Brasil. El proceso de solicitud no fue nada complejo, solicité la nacionalidad extraordinaria, solo hay que esperar -como todo en Brasil-, porque fue una cosa curiosa… Cuando fui a pedir la naturalización, miré la página web de la Policía Federal y decía que demoraba 60 días al entregar los documentos. Y yo pensé, bueno, como las cosas mejoraron tanto, imagino que es así. Ahí entregué los documentos en la Policía y les pregunté: “¿Entonces va a demorar 60 días como dice en la página web?” Y me dijeron: “Nooo, eso está desactualizado. Haga lo siguiente, de aquí a un año y medio usted comienza a consultar, va a demorar mínimo un año y medio”. Y fue así.

No tengo ninguna intención de irme de Brasil, realmente creo que Brasil tiene mucho futuro, es un país con muchas oportunidades, que tiene un potencial muy grande en varios campos, inclusive en el campo humano; para nadie es un secreto que los brasileños tienen mucha facilidad para muchas cosas. Yo trabajaba en una multinacional, Alcoa Aluminio, y allí les gustaban los ejecutivos brasileños, sobre todo, los que tenían relación con las Escuelas de samba, porque ellos decían lo siguiente: “Si un tipo consigue orquestar una Escuela de samba, consigue dirigir cualquier empresa porque es una estructura tan compleja, con tantos detalles, que ellos consiguen un buen hacer, una administración que otros ejecutivos no tienen”.


-Actualmente Colombia ha cambiado mucho sobre el tema de drogas y violencia, ¿crees que el mundo se ha dado cuenta de esto?
Yo creo que sí porque hay mucha inversión en Colombia. Hay mucha presencia de los norteamericanos, incluso europeos, que van a Colombia con la idea de crear negocios; hay muchos chinos también que están creando negocios en Colombia. La economía colombiana, a pesar de las dificultades, está creciendo y se ve eso en las ciudades. En las ciudades hay un movimiento, hay una modificación. Colombia – no es porque yo sea colombiano, pero, a pesar de las dificultades en el contexto latinoamericano, a mí me parece que ha sido un país que ha tenido más posibilidades de avance que otros.

El cambio de la violencia, sobre todo en Medellín, que fue el epicentro de esa guerra, se debió a un alcalde que tuvimos, porque era un alcalde que no había sido político antes; era un matemático, profesor universitario y, cansado de ver lo que sucede en la ciudad, se compromete a trabajar políticamente para cambiarla. ¿Y qué es lo que hizo? Cuando llegó a alcalde de Medellín percibió que la ciudad tenía un vacío de poder, por eso es que en varios lugares de la ciudad había centros de poder: los paramilitares, la guerrilla tenía también otros lugares, los narcotraficantes; entonces, él se dijo: “Bueno, aquí hay dos posibilidades, o llamo al ejército y tomamos la ciudad por la fuerza o intento encontrar otra manera de tomar la ciudad”. Y crea una estrategia de tomarse la ciudad por la cultura. Entonces, crea en la ciudad parques-biblioteca con la siguiente idea: “Si yo coloco cultura, voy a colocar la presencia del Gobierno municipal, voy a hacer con que esa comunidad reviva; de esa manera, los poderes paralelos van perdiendo su fuerza”. Y, realmente, es lo que pasó.

Hoy Colombia tiene mucha inversión extranjera, lógicamente los Estados Unidos tiene mucho interés en que la guerra del narcotráfico perdiera. Esto hace con que ellos también inviertan dinero en Colombia y eso hace con que la policía y el ejército se cualifiquen de una manera especial; de tal manera que hoy, por ejemplo, en muchos países van efectivos de la policía colombiana a dar clases de cómo tratar ciertos problemas.

Yo cuando veo Rio de Janeiro hoy, me acuerdo cómo era Medellín en aquella época, y me parece que la situación es muy similar, e inclusive el Gobierno del Estado de Rio, yo creo que de alguna manera percibió cómo se hizo en Medellín, y por eso que encontramos en Rio parques-biblioteca, porque trae la experiencia de Colombia para enfrentar un problema que es el que pasamos en Medellín en aquel época. Las bibliotecas se transforman en balcón de empleos, quizás el chico va a la biblioteca y, de repente, ve que hay una plaza para trabajar en una empresa y va a trabajar, y ya el tráfico no tiene como alaciarlo porque ya está trabajando.

-¿Qué lugares merece la pena conocer en Colombia?


Hay montones de lugares, Cartagena de Indias, que es una ciudad amurallada que conserva las murallas. 


A ver, hay que entender que la colonización española tuvo tres centros de poder: estaba México, que se llamaba Nueva España; la parte de Colombia, junto con Venezuela y Ecuador, que se llamaba Nueva Granada y estaba el Virreinato de Perú, eran estos los tres centros de poder. La entrada de todo lo que llegaba a la Nueva Granada era por el puerto de Cartagena, entonces claro todo el tráfico negrero, las mercancías, todo entraba y salía por Cartagena, por lo que esta ciudad fue muchas veces sitiada por piratas, por eso es una ciudad que conserva las murallas, los cañones; tuvo que defenderse muchas veces de los piratas ingleses.

Recordemos que, en cuanto España tenía toda América para trabajar, para producir riqueza, lo que hacía Inglaterra era simplemente robar a los barcos españoles. La Reina de Inglaterra muchas veces, digamos así, apoyó la piratería. Francis Drake fue uno de los capitanes de la Reina de Inglaterra y mucha de la riqueza que se sacó de aquí, y que España sacó de América, o terminó en el fondo del mar -porque los barcos ingleses hundían los barcos españoles- o terminó en Inglaterra porque los piratas se robaban galeones con lingotes de oro, de plata.


 
Otro lugar es Santa Marta, con sus playas; asimismo merece la pena ir hasta Barranquilla, por el Carnaval. 



Cerca de Bogotá, está la ciudad de Zipaquirá, con la Catedral de la Sal. 
  

Hay también unos pueblecitos cerca de Bogotá que tienen aguas termales, es muy interesante porque son aguas que salen del volcán, entonces, uno a veces está la piscina natural escavada en la tierra y, en realidad, uno hierve con el agua que sale del volcán, que es un agua medicinal, y es buena para quien tiene problemas de piel.

A quien le guste el ecoturismo hay, por ejemplo, varias rutas porque tenemos muchas montañas. A quien le guste la parte de arqueología, está el pueblecito de San Agustín, donde hay unos hallazgos arqueológicos impresionantes porque hay unas figuras antropomórficas hechas en piedra tallada, que es tan fina la talla de las piedras que es impresionante, que uno no se alcanza a imaginar qué tipo de herramienta usaron, porque no tenían mucho hierro, cómo hicieron para tallar para que aquellas figuras estén hasta hoy.




















Hay mucha cosa en Colombia, está Caño Cristales que es un río que tiene muchos colores; colores rojo, verde, amarillo, azul. En el río, las algas que salen se llaman así “caño cristales”.



¡Hay mucha cosa para conocer!

-¿Crees que hace falta más incentivo del Gobierno colombiano para fomentar el turismo?
Yo creo que sí. Creo que Colombia tiene mucho potencial en turismo ecológico, sobre todo, porque es un turismo que hay que hacerlo, pero cuidando para no degradar la naturaleza. En Colombia, la biodiversidad que hay es enorme, a pesar del poco tamaño que tiene el país, pero tenemos muchas regiones diferentes, por ejemplo, en Colombia se distinguen básicamente cinco regiones: están los Llanos orientales, que a ver, comparándolo con Brasil sería como el Pantanal matogrosense, pues es una región plana, que se usa mucho para ganado, tiene una idiosincrasia específica por ello, que se ve inclusive en la música. Después tenemos las Costas, la Costa atlántica y la Costa pacífica. Colombia es el único país de América del sur que tiene costa en los dos océanos y las costas con sus playas; y, es casi lógico, pero en la costa del Atlántico las playas son mucho más bonitas. El Pacífico ya es más triste, porque el Pacífico no tiene espacio para playas casi, porque la costa pacífica tiene la plataforma continental y, de repente, hay un paredón. Luego está la parte Andina de Colombia, que es tremenda también, y está la Amazonia, Colombia comparte con Brasil la Amazonia con todo lo que tiene la Amazonia, con sus tribus indígenas y con su enorme biodiversidad.

-El café colombiano es conocido en todo el mundo, pero ¿qué otro producto crees que también es importante para la economía de Colombia?

Pues es curioso, pero Colombia es el segundo exportador de flores del mundo, tan solo pierde de Holanda, pero es algo que mucha gente no sabe. Antes se veía más en Brasil la rosa colombiana, ahora ya menos. Ellos aprovechan esa diversidad de pisos climáticos que tenemos, entonces, hay regiones que se prestan mucho al cultivo de flores porque es un clima templado, no es cálido ni frío, entonces permite mucho eso. Otra cosa que se produce mucho en Colombia son las frutas, tenemos muchas variedades de frutas diferentes. Frutas que aquí en Brasil hay y otras que aquí no hay.
Colombia también exporta, no “gente” literalmente, pero, al igual que pasa con Brasil, hay muchas personas que tienen inteligencia, una formación específica y que muchas veces el mercado colombiano no las absorbe y terminan yéndose a trabajar fuera. Por ejemplo, hay un científico que viene trabajando en una vacuna para combatir la malaria, que se llama Manuel Elkin Patarroyo, y el lógico que no ha conseguido desarrollar esa vacuna en Colombia y ahora trabaja en el extranjero. Y así hay varios intelectuales colombianos que terminan trabajando en otros países, justamente por la falta de espacio dentro de Colombia.
Colombia también, no sé si todavía tiene, pero tenía una mina de carbón mineral muy grande, decían que era la mayor mina de carbón de América latina. Así como Chile, por ejemplo, exporta cobre, Colombia exporta carbón. También somos conocidos por las esmeraldas más bonitas: la más conocida es una que llaman “la gota de aceite”, que es una esmeralda que es verde, translúcida, que parece realmente como si fuera aceite, y son carísimas.

-Además de la Lengua, ¿qué crees que ha arraigado más en la cultura de Colombia de toda la posible influencia que dejaron los españoles?
La verdad es que todo, las costumbres, los valores, pero más específicamente creo que la influencia de los vascos está en relación al vocabulario, ciertas palabras se han quedado fijadas en mi región. Por ejemplo, yo soy de Antioquia y allá se escucha "Taita" para decir papá, en vez de "aita", como lo dicen hasta hoy los vascos. Y este ejemplo sirve para que se entienda el modo de ser también, muy trabajadores, esforzados, familiares y tenaces.

-¿Cómo fueron los inicios de tu trabajo como bibliotecario? ¿Recomiendas tu profesión?
Mis inicios fueron presentándome a un concurso público en USP. Yo me acuerdo, por ejemplo, que cuando hice las oposiciones para trabajar en USP, una de las razones por la que ellos me llamaron para trabajar allá fue que una parte del proceso era que había que buscar información para un estudiante de maestría en una base de dados. ¿Qué pasa? Cuando yo hice la investigación, yo pensé lo siguiente: “Bueno, es un estudiante de maestría, entonces habla varias lenguas, yo no puedo presentar un resultado solamente en portugués”. Así que yo le presenté resultados en portugués, español, francés e inglés, porque en la base de datos había de todas estas lenguas. Y yo fui el único bibliotecario que le presentó a ese estudiante de maestría esas referencias bibliográficas para su trabajo en esas otras lenguas. Los otros lo hicieron solamente en portugués, lo que es imposible.
A uno le tiene que gustar este tipo de cosas, te tiene que gustar el contacto con la gente, porque la biblioteca si no tiene un uso, no tiene sentido. Los libros pueden estar muy boniticos, puestos ahí, puede ser una biblioteca fantástica, pero si nadie la usa… Uno tiene que, cuando monta una biblioteca, cuando llega a un servicio de información, justamente que pensar en las personas que van a usarlo y si las personas no perciben, de entrada, la riqueza que hay ahí, hay que encontrar maneras de poner de manifiesto esa riqueza.
Es por esto que, por ejemplo, en la Biblioteca Francisco Umbral hacemos Círculos de lectura, el Círculo del libro, porque esta es una manera de enseñar a la gente la riqueza que está ahí. Está ahí, organizada, puesta, pero, a veces, la gente ve el nombre del autor y piensa, bueno, Colombia: “Gabriel García Márquez” y se queda ahí solo en los grandes nombres.
Este mes estamos leyendo a una cuentista que es muy joven, que se llama Lina María Pérez Gaviria, nadie oyó nunca hablar de una colombiana escritora que se llama así, y a la gente le están pareciendo fantásticos los cuentos que estamos leyendo de ella. Esta es la idea. De Cortázar, por ejemplo, se están celebrando los treinta y dos años de su muerte. El Club del libro va a ser sobre la vida de Cortázar, es un libro fantástico, porque nos muestra quién era Cortázar, cómo era con los amigos, cuáles eran sus mayores miedos o qué es lo que su obra intenta decir. Y ahí surge la pregunta: “Ah ¿quién era Cortázar?” Como ese libro habla de tantas partes de la obra de Cortázar, es una manera de que la gente quiera conocerlo más. A veces nos preguntan: “¿Ustedes tienen aquí en la biblioteca Rayuela?” “Sí, tenemos Rayuela”. “¿Tienen Cronopios?” Y yo digo: “Sí, tenemos”.
Y así aproximamos a la gente a esa riqueza. Entonces, yo digo que soy un hombre afortunado, porque trabajo el día entero con aquello que me gusta y lo mejor de todo es que me pagan para hacer eso.

-Lo que es interesante es que, generalmente, uno pensaría que un bibliotecario es una persona más solitaria, más tranquila, pero comentas que te tiene que gustar tener contacto con las personas, esto es una parte importante de tu trabajo.
Sí, sí, es una parte importante. Hay muchos perfiles de bibliotecarios, por ejemplo, porque dependiendo del tamaño de la bibliotecaria los servicios técnicos se vuelven complicados y, por ejemplo, aquí en la biblioteca el problema es la falta de personal, tenemos mucho material para catalogar, para organizar, y yo lo voy haciendo a medida que da. Pero, por ejemplo, hay bibliotecarios a los que les gusta más esa parte de catalogar, de clasificar, de comprar materiales y hay perfiles y perfiles. Dentro la biblioteca hay un perfil que es lo que llamamos “bibliotecario de referencia”. ¿Quién es ese bibliotecario? Es el bibliotecario que está al frente, cuando las personas llegan buscando una información: “¿Qué es lo que usted necesita?” Y, a veces, la misma persona ni sabe lo que quiere, entonces uno tiene que ayudarle a encontrar a ella. Y, a veces, inclusive hasta decirle a la persona: “Mire, usted tiene una posición errada delante de la biblioteca”. Porque hay mucha gente que viene a la biblioteca y quiere que uno le haga el trabajo de investigación, ¡y no! El trabajo de investigación es de la persona, nosotros estamos para facilitar, para ofrecerles esa facilidad, ser como un puente entre la persona y la información. No podemos ir allá, buscar la información y decir: “No, aquí está todo organizado”. ¡No, ese es el trabajo del investigador!...

No termina aquí la entrevista… ¡Todavía quedan muchas cosas interesantes por descubrir sobre este universo de los libros de la mano de Luis Cardona! Para leer la segunda parte, haz clic aquí.

Alessandra Curcio & Bruno Lazzarato

3 comentarios:

  1. Tuve la enorme suerte de poder estar presente en el magnífico trabajo que tanto Alessandra como Bruno realizaron con Luis Cardona. ¡¡Fue una entrevista muy interesante!! Creo que, en esta vida, no hay nada más importante que conocer a las personas, el lado más humano del perfil profesional, eso desde siempre nos ha importado en el trabajo que realizamos en este blog. Así que agradezco el tiempo y el respeto que Luis nos ha brindado con sus respuestas y ojalá que una gran parte de la emoción de aquel día se haya quedado impregnada en las palabras que han pretendido dar vida a un momento de riqueza y singularidad como fue este. ¡¡A disfrutar del viaje...!!

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  2. Me encantó participsr de la entrevista y Luis fue muy paciente y nos mostro una Colombia encantadora que muchos de nosostros ni tenemos idea.

    Gracias a Luis por su tiempo, gracias a Marta que siempre nos ha incentivado con nuestro aprendizage y crescimento de cultura y gracias a Bruno mi compañero de entrevista.

    Alessandra

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  3. Luis es un gran amigo de muchos años
    Un gran profisional
    Felicitaciones

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