Definición de Correveidile:

1. Persona que trae y lleva cuentos y chismes // 2. Blog de los amantes de la lengua de Cervantes


lunes, 26 de febrero de 2024

Entrevista a Ilana Casoy: “Escribir es 99% de sudor y 1% de inspiración”

        ILANA CASOY es criminóloga, guionista y autora de los superventas Arquivos serial killers: Louco ou cruel?, Arquivos serial killers: Made in Brazil y Casos de Família – Arquivos Richthofen e Nardoni, publicados por la editorial DarkSide Books. Asimismo, escribió Bom dia, Verônica en colaboración con Raphael Montes, libro adaptado para Netflix como serie homónima, vencedora del premio APCA (Asociación Paulista de Críticos de Arte) en las categorías de mejor actor, actriz y dramaturgia.

        Además de los libros, Ilana es la presentadora del programa Em Nome da Justiça ("En nombre de la Justicia"), emitido por el canal A&E, de Sony Brasil. En la actualidad, vive en São Paulo (Brasil) y escribe guiones tanto para la Televisión como para el Cine, como A menina que matou os pais, O menino que matou meus pais A menina que matou os pais – A Confissão.

        Por otro lado, también es consultora del área de True crime para el sistema criminal brasileño y para documentales, tales como: Elize Matsunaga: Era uma vez um crime, o el más reciente: Isabella: O Caso Nardoni

Con parte de su obra ya traducida al francés, al alemán y, muy pronto, también al rumano, solo nos preguntamos cuánto tendremos que esperar para poder leerla, finalmente, en español.

Libro: Casos de familia: archivos Richthofen y Nardoni

El blog CORREVEIDILE la ha invitado para que, en la Biblioteca del Instituto Cervantes de São Paulo, nos delinee parte de su extensa trayectoria y así abrir, por primera vez en español, una puerta llena de sabiduría y experiencia que, seguro, servirá para todas esas mujeres que son víctimas de algún tipo de violencia, pero que aún continúan silenciadas. Para todas ellas, va dedicada esta entrevista:

Correveidile: La primera pregunta está relacionada con la novela Bom dia, Verônica (hecha serie en Netflix, pero cuya obra está sin traducción al español), donde abordas con discreción la violencia patrimonial con el magistral personaje de Janete, pero también lo haces en el documental (de Netflix), en el que vuelves a mencionar este tipo de violencia en el denominado “Caso Nardoni”, esta vez a través de la figura de Ana Carolina Jatobá. ¿Puedes dar algunas ideas iniciales para identificar la violencia patrimonial que ya está empezando a ser juzgada con más severidad en Brasil?

ILANA CASOY: Es cultural, muy cultural. Hay que darse cuenta de que en una sociedad en la que una mujer tiene que pagar una dote para casarse, ya está claro. Yo pago para que ese marido se case conmigo… y eso se aplica en varias culturas en las que hay que pagar dotes. Por ejemplo, en la cultura judía, el papel del hombre es estudiar y el rol de la mujer es dejarlo libre para que él estudie. Entonces, con la violencia patrimonial la víctima tarda mucho más en darse cuenta, por increíble que parezca, porque una bofetada deja un hematoma en el rostro, pero la violencia patrimonial no deja marcas.

A partir de aquí, se abren un sinfín de cuestiones, como por ejemplo que falte lugar para las mujeres en el mercado de trabajo. Esto es un problema porque cómo no va a tener el dominio patrimonial de su pareja, si ella no consigue un lugar  para trabajar. Y cuando ella logra un trabajo igual, no tiene un salario igual. A esto se suma la cuestión de la maternidad, cuando llegue el momento de la baja laboral, si solo ella tiene la baja y el marido no la tiene en la misma proporción, entonces solo ella tendrá que faltar al trabajo porque él seguirá trabajando. Por lo tanto, hay muchas pequeñas cuestiones que acaban llevando a pequeñas violencias patrimoniales.

Primera temporada, con la presencia del personaje de Janete

Si, al final, se analiza la historia de Ana Carolina Jatobá (“Caso Nardoni”), uno se coloca ya en el extremo, se trata de una mujer que, hasta en la cárcel, tenía que pedir dinero para compresas higiénicas. Esta es una cuestión muy fuerte porque, en el propio documental sobre el mencionado caso, vi muchos testimonios sobre que la pareja nunca se había peleado, que ellos se escribían hasta hoy… pero, ¡es lógico!, ella no tiene ni un duro para pagar un autobús. Yo haría exactamente lo mismo. Si es consciente o inconsciente…, pero es bueno que la víctima tenga miedo, es bueno que entienda quién manda. ¿No existe el viejo refrán: “Manda quien puede, obedece quien tiene juicio”? Es mucho de esto.

Aún más cuando se trata de tu supervivencia (sea física o psíquica,…) o de la custodia de tus hijos… estando en un país donde la tradición es que la opinión del hombre esté aún por encima, al afirmar que la madre no sirve para nada, que no tiene una cuenta con ingresos adecuada,… ¡Obvio que se ha mejorado!, pero no ha pasado, allá en el fondo continúa una musiquita extraña sonando.

¿Y cómo se trata diferente?... Simplemente, se trata muy diferente a un hombre mayor que sale con una chica 20 años más joven que él, que a una mujer mayor que sale con uno 20 años menor que ella. De ella se van a reír, a burlar y le van a poner hasta apodos. Todavía hay mucho camino que recorrer.

Así que estos pequeños recados en series de ficción a mí me gustan mucho, porque fíjate qué interesante, en el caso del personaje de Janete, si tú Marta (entrevistadora), desde fuera casi no lo has percibido; la protagonista tampoco se ha dado cuenta. Ella no se ve como una víctima de violencia, pero quizá mi nieta lo vea con más claridad y me preguntaría: “¿Cómo no tiene dinero, abuela? ¿Ella no trabaja, no tiene formación, no estudió en la Universidad?”. Entonces, tal vez esa percepción sirva para que se dé cuenta de cómo es una rehén también, más allá de todo, de ese mundo tan masculino y machista, así que eso me parece importante.

Y en el documental del “Caso Nardoni”, fue interesante, porque ese comentario acabó causando una polémica y para mí era tan evidente… Pero me doy cuenta de que las personas no pensaron en cómo esa joven (Ana Carolina Jatobá) tenía un dominio financiero total por parte de la familia del marido y en aquella época ya lo tenía. Si uno se tomara el tiempo necesario para leer el proceso judicial, es que es difícil, porque esa chica tenía una depresión postparto… Uno se puede preguntar: “Ilana, ¿pero ella es inocente?, ¿estás exculpándola?” ¡No! Pero sí que existen, en el caso, cuestiones que explican mejor la violencia que nace en ella que la que nace en él, ¡eso sí! Existe una diferencia, hay grados, es como la psicopatía.

La psicopatía hoy es moderna, todo el mundo es psicópata o no lo es, pero la ciencia no funciona así. Hay una gradación, algunos grados son hasta benéficos o necesarios en ciertas profesiones, otros grados llevan a lo abominable. Y en el crimen es igual, hay que analizar con lo que estás lidiando allí, con una mujer. Lo que me resulta interesante es que todo el mundo creía, cuando vio la entrevista de la pareja, que ella, porque hablaba más, era dominante. ¡Atención! Un nivel de ansiedad tan alto por estar en una entrevista en un canal nacional de televisión (en Brasil) puede estar mostrando exactamente lo contrario. De repente, ella tenía un espacio para hablar, tal vez ella no lo tenga nunca, eso genera esa ansiedad de hablar, hablar y hablar… porque ella no sabe cuándo va a tener otra oportunidad. En general, no eran para ella las preguntas, eso también quedó bien claro. 

Correveidile: Ilana, tú siempre analizas con detalle las fotografías de los peritos…

ILANA CASOY: Con las fotos del piso de esa pareja (Caso Nardoni), para mí quedó claro que eran las fotos de la desorganización de ella. El piso era un caos, ropa por la mesa, sobre la mesa y debajo de la mesa. Yo no sé muy bien dónde comían, me quedé pensando dónde ponían los platos, por ejemplo, porque todo estaba muy lleno de cosas. Esas cosas que están encima, tampoco están separadas por tipos, era cualquier cosa, cualquier cosa que está en todo lugar. Y no estoy hablando de suciedad, no es eso a lo que me refiero, el piso puede estar limpio, yo hablo del desorden. Y, muchas veces, nuestras casas son un poco la fotografía de lo que va dentro de cada persona. Esas fotos indican que la situación no era buena, que era una pareja que no estaba bien, no estaba estructurada. Por las fotografías del piso, ya se puede uno dar cuenta de que había una carga de problemas previos.

Correveidile: ¿Cómo ves y analizas el panorama actual, en Brasil, para las escritoras de libros de true crime o asesinos en serie?

ILANA CASOY: Escribir libros es lo que más me gusta, porque yo soy mandona y mando en todo, además es barato. Por ejemplo, un camión explota, como dice mi compañero de pluma Raphael Montes, en el libro cuesta una línea, en el (mundo) audiovisual cuesta millones. Entonces, escribir libros es muy agradable… solo que no se puede comparar el dinero del mercado literario con el del audiovisual, con las emisiones en continuo, y con todo lo que está sucediendo. ¿Cómo se subsiste?

Además del machismo, yo ahora estoy conociendo un nuevo problema, con el que quiero empezar a entrar en la Literatura, que es el edadismo porque yo soy una mujer 60+. Entonces, si yo estoy en una sala de guiones, yo ya trabajé en una sala donde todo el mundo era de menos de 40, y alguien cambia el nombre del personaje, el que lo hace es distraído, pero si lo cambio yo, es la edad. Si tengo dolor de espalda, estoy vieja. Eso, sin contar con la cuestión de género. A veces te pones tan dura, que incluso la gentileza te irrita. Por ejemplo, no soporto que vaya un hombre a mi lado en el avión y me diga, deja que yo te coloco la maleta en el maletero. ¡Nooooo! Yo hago gimnasia para poder levantar mi maleta y colocarla en el maletero del avión. ¿Está siendo gentil? ¡Claro que es más fácil para alguien de 1,85 m colocar la maleta allí encima que para mí! Pero, en fin,…

Yo creo que tenemos que luchar por el edadismo, en la actualidad morimos mucho más tarde, así que para tristeza de muchos nos quedaremos más tiempo por aquí. Además, existe la pelea del propio guionista como profesional en sí, se está viviendo una huelga importante en EE.UU. por causa de derechos de autor, que es otra cuestión, estamos discutiendo en internet, en el Congreso, en la justicia, cómo es ese marco, habrá o no, es bueno que haya… Creo que estamos en un momento en el que se están revisando todos estos papeles y tendrán que ocurrir grandes discusiones. Yo espero que políticamente nadie se reúna en la oscuridad para que sea una discusión de la sociedad. Y me parece increíble el trabajo que vosotros realizáis, justamente son trabajos así que acaban siendo enormes porque levantan núcleos de discusión con personas que sí forman opinión y levantan cuestiones.

A veces, la pregunta es más importante que la respuesta y hay cuestiones para las que no hay respuesta, pero existe esa pregunta que mueve. Y es pequeño el reflejo, pero no importa, personas que son así, que no paran, que están reunidas aquí por la noche, después de un día de trabajo común, para pensar cuestiones que raramente son discutidas. Y si estos pequeños grupos estuvieran esparcidos por todo el mundo, en varios países, en varias organizaciones,… es eso lo que es necesario alimentar, que no se resuma todo a discutir política y fútbol, la política de la que hablo es elecciones y poco más…, que se discuta hacia dónde vamos, como el discurso que profirió recientemente el presidente de la ONU: “La ONU tiene que escoger quién quiere ser y qué va a hacer”. Nosotros también debemos hacer eso, no somos la ONU, pero tenemos que escoger qué queremos hacer.

En resumidas cuentas, claro que la vida es un equilibrio entre el presupuesto con el que cuentas (ya voy alertando que nadie se hace rico escribiendo, tal vez Stephen King, pero son excepciones que confirman la regla, en general no funciona así) y entender qué sucede en el mercado a tu alrededor y si tiene mucho éxito el prospecto de medicamento yo también lo voy a escribir. Este año paré todo para escribir un libro que quería, porque en medio de todo esto yo me divorcié, cambié de condición, necesitaba encontrarme, empecé a trabajar más duramente,… Pero entonces, ¿hasta cuándo lo voy a posponer? 

Ahora escribo sobre un caso que transitó por los juzgados en 2022, que es el caso de Gil Rugai (condenado por matar a su padre y a su madrastra). Pero, además, ya escribí sobre el caso Richthofen, que acompañé a través de la policía y de la pericia; después escribí sobre el caso Nardoni, que acompañé por la fiscalía; y ahora el caso Gil Rugai que lo he acompañado por la defensa. En esta tercera opción he dado un giro, al escribir sobre estos "casos de familia", puesto que aquí presento una visión con un enfoque diferente.

Pero necesito sentarme, necesito tiempo para hacer esto, porque es verdad que escribir es 99% de sudor y 1% de inspiración, es muchísimo trabajo. Por ejemplo, a veces cosas no tan intelectuales, como transformar un archivo de Pdf en Word, me quita mucho tiempo porque no tengo el programa y necesito buscar ayuda. También el acto de escribir, adoro esa parte en la que me digo: “Ay, voy a pensar qué voy a poner aquí, que sea una idea genial…”, pero el resto, es el proceso de escritura en sí. A lo mejor tienes que leerte cinco o seis mil páginas para, con mucha suerte, acabar escribiendo cien. Entonces, todo esto son elecciones. Y, asimismo, existe el propio equilibrio de la vida, nadie te va a enseñar. ¿Acerté? Mucho arrojo, muchos errores; poco arrojo y mucha cobardía, no te equivocas, pero tampoco aciertas. Difícil equilibrio.

Correveidile: La despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación, con independencia de las circunstancias, es algo de lo que se ha comenzado a hablar de manera reciente en Brasil, pero todavía no existe un proyecto de ley sobre el que discutir. La actual exministra y expresidenta del Supremo Tribunal de Federal de Justicia (STF) Rosa Weber mencionó que: “es uno de los temas jurídicos más sensibles y delicados, porque involucra razones éticas, morales, religiosas, de salud pública y de tutela de derechos fundamentales individuales”. ¿Cómo valoras esta reciente iniciativa?

ILANA CASOY: En relación a este tema, escuché a varios comentaristas afirmando lo siguiente: “Hay un grupo político de conservadores que quieren que nuestra Constitución sea la Biblia y no es la Biblia, incluso porque la Biblia es un elemento cristiano o judeocristiano, no va a abarcar todas las religiones y qué vamos a hacer con las otras”. En Brasil cabe recordar que el Estado es laico, pero entonces, al mismo tiempo que la ministra está hablando sobre la despenalización del aborto, el Congreso discute sobre no permitir más que personas del mismo sexo se puedan casar, cuando ya es posible hacerlo. Así que hay mucha tela que cortar todavía.

No puedo hacer mucho spoiler, pero en la tercera temporada de la serie Bom dia, Verônica (“Buenos días, Verónica”), de Netflix, se pone de relieve una cuestión que todavía no ha sido discutida sobre este campo, así que la gente puede verla para entender esta idea. Creo que existen muchas situaciones que aún no se han entendido. Deliberar dónde nace la vida es una de las mayores discusiones filosóficas, religiosas, jurídicas,… del mundo.

Cierta vez, hablando con un psiquiatra, le pregunté por qué eran los 18 años para la mayoría de edad penal, por qué no los 17. Y él me respondió que porque se tenía que fijar el marco legal en algún momento y eso se hizo en los 18. Y es eso, 18 años y un día no es diferente de 17 años y 364 días, pero tienes que poner una marca, tienes que establecer un marco. No quiere decir que sea verdad, es solo la línea. Y se va a colocar la línea lo más próxima a la realidad de la mayoría. Con todo esto, lo que quiero decir es que, si se prestase más atención a las estadísticas del número de mujeres que mueren realizando abortos clandestinos, esa decisión sería más fácil. 

Por ejemplo, la ciudad de São Paulo tiene un número altísimo de muertes, me refiero a millones de abortos clandestinos por año: muchas mujeres mueren por eso, los hijos se quedan huérfanos porque, a veces, ellas ya tienen más hijos; no son solo jóvenes que son llevadas porque se quedan embarazadas. En ocasiones, estamos hablando de mujeres que no pueden más mantener a otro hijo y ellas se arriesgan sin médico, sin higiene, sin cuidados, sin responsabilidad (porque nadie va a responder por ellas). Entonces, creo que la desesperación no puede ser vista como crimen. 

Esto es diferente de discutir la cuestión individual sobre si yo lo haría o no, no le interesa a nadie. Esta es una cuestión de cómo el Estado va a tratar a esa mujer en esa situación precaria, en la cual ella necesita exponerse a un riesgo tan graveeee... para no tener a ese hijo, muy lejos de la idea liviana: “Ah, no me apetece tener este hijo”. No es de eso de lo que se trata. Ahora bien, acompañado de eso hay que proveer una mejor condición para que ella, de hecho, pueda decidir y que el proceso se vuelva una elección (quiero o no quiero) y no una necesidad (no consigo, no puedo).

Correveidile: En una de tus entrevistas, mencionabas que uno de los primeros asesinatos de los que oíste hablar en tu casa fue el del presidente Kennedy, cuando todavía eras una niña. ¿En qué caso te hubiera gustado que te invitaran para investigar?

ILANA CASOY: No me gustaría que me invitaran a ninguno nunca, porque cuando me llaman ya está todo fatal, ya mató a tres o a cinco, nadie me llama al inicio cuando es posible hacer lo mejor. Cuando me llaman ya hay muchos riesgos, entonces yo prefiero no trabajar así. Claro que, cuando acepto y me ponen allí, que nadie me saque del caso, que yo quiero encontrar al culpable y me voy a quedar siempre hasta el final. Ahora bien, cuando uno está en un caso de la vida real es muy diferente. Del mismo modo que me preguntan a mí cómo puedo dormir, eso mismo se lo pregunto yo a los policías, que están muy cerca del caso, porque es una angustiaaa… Ellos saben que el sujeto va a volver a matar y va a pasar cualquier día. Entonces, tú sabes qué va a suceder, pero todavía no has entendido bien quién es ese sujeto. Así que esa angustia de la investigación te paraliza. Una vez trabajé en el caso de un asesino en serie, llamado “Monstro da Ceasa” (Monstruo de la Ceasa), de Belem do Pará (Pará, Brasil), que mató a varios adolescentes y el cual se tardó casi un año en ser detenido.

 Correveidile: Ilana, muchísimas gracias por haber dado tu testimonio desinteresado sobre tu experiencia como criminóloga y escritora.

***

        Hasta aquí, la entrevista realizada a Ilana Casoy. Sin ningún género de dudas, poder sentarse a hablar en exclusiva con esta criminóloga brasileña tan reputada, hoy por hoy, es uno de los mayores privilegios que una profesional de la educación como yo ha podido tener. Como ella misma suele afirmar, el mundo solo se cambia desde la perspectiva del diálogo y la educación, la comprensión y el amor. Ilana es un gran pozo de sabiduría que ha sabido extraer de las experiencias vividas más duras lo mejor, para mostrar(nos) que es posible el cambio, aunque nunca sea por el camino fácil. ¡Muchas gracias por tan magistrales palabras, Ilana!

Dra. Marta Pérez Rodríguez

1 comentario:

  1. Marta Perez Rodriguez26 de febrero de 2024, 13:41

    Por mi parte, solo me resta agradecer a todo el equipo que, de manera anónima, participó activamente para llegar a este resultado. ¡¡Gracias a todossssssssssss!! Ellos saben qué es lo importante...

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