“HIT: una serie sorprendente”

 

         La serie HIT, es una producción de televisión española, RTVE, lanzada en septiembre de 2020 y con un total de 10 capítulos. El protagonista es Daniel Grao y el director es Joaquín Oistrell.

El drama pasa en un instituto español, con la intensidad de los adolescentes, los problemas y las dificultades que los jóvenes de esa edad enfrentan y cómo cada uno reacciona, incrustado en su realidad social y financiera, además de en una estructura familiar particular.  

El otro lado de la historia es el sistema educacional, que debería pensar en los estudiantes y cómo mejorar y evolucionar la educación con el paso del tiempo, ya que todavía parece estar congelado y atado a las tradiciones y burocracias. A los educadores, les resta ser personas, nada más y nada menos, que perfectas, sin el derecho de cometer errores en la vida laboral o personal, sin embargo nos olvidamos de que son personas comunes, que también tienen sus dilemas, como cualquiera. 

Así empieza esta serie, son 13 adolescentes problemáticos, una directora de escuela agotada y un profesor con problemas con el alcohol y todos necesitan apoyarse los unos en los otros para vencer. 

En relación al tema de los jóvenes, los problemas son antiguos, pero contextualizados en una sociedad moderna como, por ejemplo, aceptar el cuerpo que se tiene o cómo internet puede interferir o influenciar, las herramientas modernas contribuyen para acelerar o profundizar estas cuestiones. Después, hay que poner eso en una estructura familiar, que tampoco es perfecta o no tiene un modelo a seguir, y comprobar cómo los padres tratan las situaciones con sus hijos o cómo los problemas de los adultos afectan a los jóvenes. 

Con esto, la directora, que ya no sabía qué más hacer, busca una salida diferente al sistema tradicional, entonces va en busca de un amigo, que es educador y tiene su propia metodología, nada convencional, y una visión diferente sobre la educación. Ese educador tampoco es un tipo ejemplar, puesto que después de un trauma deja de ser profesor y trabaja contra el vicio del alcohol.

El educador acepta la invitación y el desafío, mucho más personal que laboral, y vuelve a la escuela para trabajar con algunos de los estudiantes. Además de tener que probar que su metodología funciona, aún tiene que enfrentar los juicios de los otros profesores. 

Al final todos tenemos nuestros demonios y estamos metidos en una sociedad, con eso ya son, al menos, dos problemas que superar. Todo es una red conectada, en la que uno afecta a los otros de alguna forma y no sabemos cómo va a reaccionar cada uno, pues somos personas, seres individuales. Además, nos necesitamos los unos a los otros para superarnos y ver más adelante, uno ayuda al otro y así todos consiguen dar su paso.

Else Nakahara